El juez impuso a finales del pasado mes de julio una orden de alejamiento al padrasto de una joven de 19 años, que se declaró hombre ante los agentes de la Policía Local y que padece una pequeña discapacidad, tras denunciar reiterados abusos sexuales por parte de la pareja de su madre. Los hechos se remontan al pasado 20 de julio cuando la adolescente acudió a la comisaría de Policía Local de la capital riojana acompañada de dos familiares. Allí relató la pesadilla a la que había sido sometida por parte de su padrastro cuando residía en casa de su progenitora.
Tras conocer la gravedad del testimonio narrado por la joven de 19 años en la propia Comisaría, los agentes, siempre en base a los datos trasladados por fuentes próximas al caso, contactaron de forma inmediata con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de la capital riojana desde donde se le garantizó el servicio de protección y acompañamiento, tal y como confirmó ayer el Consistorio logroñés.
Posteriormente, y en compañía de dos familiares directos además de miembros de la organización de ayuda a personas con discapacidad, se interpuso la correspondiente denuncia. Poco después se procedió a una primera detención del padrastro y presunto agresor.
Una vez en dependencias policiales, y tras tomarle declaración fue puesto a disposición judicial donde se dictaminaron las correspondientes medidas de protección para la víctima y una orden de alejamiento sobre su padrastro.
Se trata de un viejo conocido de las fuerzas policiales de Logroño, politoxicómano y que permaneció un tiempo encerrado en el centro penitenciario de Logroño.
Pero no termina ahí el calvario de esta joven de 19 años. En la tarde del pasado domingo, mientras la víctima se encontraba en una plaza pública en pleno casco antiguo de la capital riojana, aparecieron de repente su madre y su padrastro. El hombre sobre el que pesa la orden de alejamiento, le amenazó con una navaja al tiempo que le arrojaba una lata de cerveza.
Siempre en base a las mismas fuentes, un ciudadano de origen portugués medió con el objetivo de evitar males mayores. Tras los hechos, la joven acudió esa misma tarde, una vez más, a la comisaría de Policía Local de la capital riojana para alertar de lo sucedido. Al comprobar los agentes que el padrastro había quebrantado la orden de alejamiento impuesta por el juez, procedieron a su búsqueda y a su inmediata detención hallando entre sus posesiones dos navajas. Una vez más, y ya acompañada de responsables de una organización de ayuda a personas con discapacidad, se interpuso una nueva denuncia por quebrantamiento de la orden de alejamiento y por amenazas.
El agresor intentó suicidarse en el río Ebro
Todos los esfuerzos se han centrado en proporcionar la mayor protección y seguridad posible a la víctima. Más aún, cuando el padrastro arrastra un largo historial policial que le llevó incluso a permanecer una temporada en el centro penitenciario de la capital riojana. Según las fuentes consultadas por El Día de La Rioja, tras saltarse la orden de alejamiento en la tarde del pasado domingo, el presunto agresor intentó suicidarse en el Ebro. Según las mismas fuentes, «en una zona en la que no cubre».