La Audiencia Provincial sienta en el banquillo entre el 26 de mayo y el 2 de junio al único acusado por el atropello en las inmediaciones del centro de salud jarrero que costó la vida a una persona e hirió a otras cinco, dos de ellas de gravedad. De esta forma, cerca de dos años después, un Tribunal del Jurado determinará la responsabilidad penal de M.O.R. en un hechos que conmocionaron a la ciudad de Haro y a la sociedad riojana en general. El joven de 26 años, natural de la localidad vasca de Basauri permanece en prisión provisional desde septiembre de 2023, cuando se sucedieron unos hechos en el aparcamiento del centro de salud en los que perdió la vida Manuel Montoya, un técnico de emergencias sanitarias de 32 años.
De forma previa, el 23 de mayo se procederá a la constitución del Tribunal del Jurado integrado por nueve miembros y dos suplentes.
De hecho, el ministerio fiscal ve un delito de asesinato por el fallecimiento de una persona en el atropello y otros cinco delitos de asesinato en grado de tentativa por los heridos que originó el conductor que en ese momento conducía acompañado de sus padres. Ahora bien, la Fiscalía en su escrito considera que concurre la eximente completa de anomalía o alteración psíquica del autor de los hechos por lo que reclama su internamiento para tratamiento médico en un establecimiento adecuado por un tiempo no superior a 25 años y evita así la solicitud de prisión.
Por su parte, la acusación particular que representa a la pareja del fallecido reclama 15 años de prisión por un delito de homicidio consumado y otros cinco de homicidio en grado de tentativa por los que reclama 7 años y 6 meses por cada uno de ellos, es decir, una pena acumulativa de 52,5 años. Una petición que se mueve en la misma línea que el resto de acusaciones particulares personadas en la causa y que coinciden en considerar al autor de los hechos como imputable al margen de la anomalía psíquica descrita y en contra de lo valorado por Fiscalía.
Los hechos. En cualquier caso, el fiscal admite la citada anomalía del conductor pero también plasma que M.O.R. conserva «la capacidad para atender el requerimiento de sus padres y conocimiento y destreza suficiente para conducir vehículo a motor». Detalla el ministerio público que el acusado se dirigió hacia el centro de salud de Haro y «una vez allí, viendo a una pluralidad de trabajadores sanitarios, aumentó la velocidad del vehículo y se dirigió hacia ellos» sin que éstos «pudieran evadir la trayectoria».
Tras arrollarlos, prosigue el ministerio público en su escrito, no se detuvo e incluso realizó maniobras «para volver a arremeter contra los mismos». Fue el padre del acusado el que observando las intenciones de su hijo, accionó el freno de mano para evitar un segundo atropello. El fiscal considera que el autor de los hechos «tenía voluntad de acabar con la vida» de los sanitarios «o al menos dicha posibilidad se presentaba como posible», señala el escrito.
Un total de 29 testigos para un suceso que estremeció a la Comunidad riojana
Un total de 29 testigos declararán en el transcurso del procedimiento legal con jurado que abrirá la Audiencia el 26 de mayo. declaraciones que se prolongarán durante las tres primeras sesiones del juicio. De esta forma, el 29 de mayo se dará paso a las pruebas periciales así como a la declaración del acusado.
La jornada del 30 de mayo le tocará el turno a la exposición de informes y conclusiones finales para ya el día 2 de junio proceder a la formación del objeto de veredicto, instrucción del Jurado y dar paso a su correspondiente deliberación.
Tras la deliberación, el portavoz del Jurado expondrá su decisión tras la que se conocerá la condena o absolución del acusado de los hechos.