Los Doctores Castroviejo, padre e hijo, fueron dos oculistas y oftalmólogos cuya trascendencia para la medicina ocular sobrepasó nuestras fronteras. Es por eso que no puede haber mejor emplazamiento para The Optical Boutique que el acotado por la confluencia logroñesa de Vara deRey con dicha calle peatonal. Ahí ejerce, desde hace veinte años,Pascual Peña Elduayen (Alfaro, 1978), óptico-optometrista formado en Alicante y que fue uno de los primeros ópticos en entrar en el Sistema Riojano de Salud vía el Hospital de Calahorra.

Pascual Peña se encarga de que la vista de los riojanos esté en las mejores condiciones posibles. «Digamos que soy un poco como un entrenador de fútbol. Los ojos son nuestros jugadores y mi misión es entrenarlos para que rindan al máximo», explica con afán didáctico. Si esa es la función del óptico-optometrista, la misión del oftalmólogo «es la del médico del equipo de fútbol, los encargados de curar cuando hay una enfermedad ocular». Así, y por redundar en la taxonomía, recuerda que un óptico «es un profesional sanitario que se dedica al cuidado de los ojos» y la optometría es la disciplina «que mide las necesidades visuales (dioptrías, desviaciones, etc.)» al tiempo que el optometrista «calcula las lentes que se necesitan y procede al montaje de las gafas». 

Durante sus más de dos décadas de ejercicio, reconoce que los riojanos hemos mejorado nuestra salud ocular: «Se ha profesionalizado el cuidado de la vista y por supuesto ha aumentado la concienciación». En su parecer, un adulto sin patologías ha de acudir a una revisión «cada dos o tres años» mientras que este lapso se reduce «a una vez al año» en caso de adultos y niños con problemas.

Una de las características de los ojos de los riojanos, y de la zona limítrofe, es el «pterigión», inflamación del tejido de la conjuntiva. «Es como consecuencia de nuestra mayor exposición al sol», explica.