Cualquier persona que se de un paseo por la ciudad de Logroño puede comprobar, sobre todo por la noche, que hay bastantes personas que duermen en plena calle, en portales o en cajeros automáticos.

Una situación difícil que, en muchos casos, se ven obligados a vivir por falta de recursos o de trabajo. Una de estas personas es Wolof Khady Diouf, un hombre natural de Senegal que vino a España hace un año para buscar una oportunidad laboral. «Llegué a Logroño hace dos meses pero no he encontrado trabajo porque no tengo papeles», lamenta este joven.

Cuenta que en su país de origen trabajaba mucho en labores relacionadas con los sectores comerciales y mecánicos.

Khady duerme actualmente sobre un colchón cubierto por unas mantas y utiliza unos cartones para evitar que le afecte el frío viento que sopla por las noches. También busca evitar las miradas indiscretas de la gente que pasa por esa zona.

Este joven también usa ropa de abrigo para protegerse del frío y coloca sus botas a un lateral, aunque cuando se va a dormir lo tapa todo con cartones.

Este senegalés asegura que no duerme en albergues porque en otras ocasiones ha tenido algunos incidentes con otros usuarios. «Hay personas que querían tener problemas y por eso no quiero estar en esos sitios», denuncia.

Otro problema de este joven es que no tiene conocidos ni amigos en Logroño que le puedan ayudar.