Cada vez más viejos. La edad media de la población trabajadora en España ha aumentado en más de cuatro años desde 2000, un problema que se irá agravando en el futuro próximo según las Proyecciones de Población 2022-2072 realizadas por el INE, uno de los documentos base en los que se asienta la publicación del Banco de España.
El estudio del Instituto Nacional de Estadística vaticina un crecimiento en 22.900 personas de la población riojana hasta 2037, un 7,3%, por debajo del estimado 8,9% para el total nacional, pero en tasas positivas, y por delate de otras diez comunidades. Sin perjuicio de esta favorable situación en el ránking nacional, el saldo vegetativo sería negativo -habrá 41,1 habitantes menos por cada 1.000 habitantes-, de tal manera que será la población extranjera la que ayudará a aliviar esta adversidad demográfica. En concreto, augura que serán 88,9 personas foráneas las que llegarán a esta región por cada millar de habitantes, una cifra inferior a las112,6 esperadas para el conjunto del país, en la parte media de la tabla.
El Banco de España ya recoge en su estudio que la caída de la productividada del 3,4% en nuestro país entre 2012 y 2022 hubiera sido casi un punto mayor (0,8) de no haberse incorporado algo más de un millón de personas extranjeras mayores de 16 años, una población más joven y con mayor participación en el mercado laboral. La entidad fía en la población foránea el futuro de la economía y, de hecho, señala que si se mantiene la las tasas de actividad por grupos de edad constantes en sus niveles actuales, podría retroceder casi tres puntos porcentuales hasta 2030, una merma que sería aún mayor en un escenario con menor entrada de inmigrantes de la prevista.
Al respecto, el presidente del Colegio de Economistas de La Rioja incide en la importancia que a la inmigración otorga el documento elaborado por el Banco de España y el efecto aún más negativo de su ausencia sobre la actividad económica.
Gómez pone de ejemplo a Alemania, que ha dado la bienvenida en diversos periodos a población extranjera, un comportamiento «del que deberían tomar ejemplo España, que debería recibirles con los brazos abierto». El presidente de los economistas, poco optimista al respecto, se muestra muy crítico con la política de gestión del envejecimiento y concluye que «nunca ha habido en la historia de la economía algo tan predecible como estimar la pirámide poblacional y sin embargo no se han puesto soluciones». Una situación que se ve agravada por el hecho de que «cada vez la gente se incorpora más tarde al mercado de trabajo».