«He metido más horas al violín que al baloncesto»

El Día
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Paula Estebas, internacional logroñesa, 'fichó' unas Navidades por la Joven Orquesta de Euskadi: «Me gustó pero no tanto como el básquet»

Paula Estebas hace una pausa en su preparación para sacar a relucir sus dotes con el violín. - Foto: Ingrid

Se gana la vida profesionalmente con el baloncesto pero, perfectamente, podría dedicarse, por completo, a las matemáticas o a la música, competencias muy relacionadas en las que Paula Estebas (Logroño, 1993) también sobresale.

La exterior logroñesa es, con permiso de Carlota Castrejana (jugó en el equipo olímpico que representó aEspaña en Barcelona 92 antes de pasarse al atletismo) y de la alero Ylenia Manzanares, una de las  mejores jugadoras riojanas de baloncesto de todos los tiempos. Formada en Las Gaunas, estructura de cantera integrada en el extinto Promete, Paula Estebas ha sido una de las habituales de la Liga Femenina en la última década. 

Jugó en la elite de la mano del Promete en dos etapas. Entre medias se mudó al Araski vitoriano, también de LF y, la temporada pasada, coincidiendo con la desaparición de la estructura riojana, militó en el Estudiantes y en el IDK donostiarra. Ahora se prepara en solitario en el Centro de Tecnificación del Adarraga a la espera de que le llegue una oferta de su agrado.

Su amor por el baloncesto convencional lo ha extendido al básquet 3x3, un juego mucho más dinámico que gana adeptos. Esta modalidad le ha reabierto las puertas de la selección al tiempo que le ha permitido, estos dos últimos veranos, cruzarse media España y parte del extranjero.

Aunque ha abrazado el 3x3 con la fe del converso, no descuida su pasión por las matemáticas y la música que le hace digna merecedora de un hueco en esta sección. 

«Hasta los dieciocho años», recuerda, «metía más horas al violín que al baloncesto». Sus veranos, entre Logroño y Berceo, incluían ensayos y ensayos.«No tocaba un balón», se ríe.

Entró con nueve años en La Bene (conservatorio)y a los dieciocho, con la mayoría de edad, acabó el Grado de Enseñanza Profesional de violín. A la hora de elegir carrera universitaria, se decantó por las Matemáticas, disciplina entroncada con la música.

«Creo que se me daba tan bien las matemáticas por mi formación musical», rememora. De hecho, cuando el baloncesto deje de ser una prioridad, tiene claro que se dedicará profesionalmente «a las matemáticas» y no tanto «a la música».

Con 16 años, Paula Estebas fue 'fichada' por la Joven Orquesta de Euskadi. «Hice un examen de ingreso y entré. Fueron unas Navidades increíbles, tocando con gente excelente. Pero después de estar ensayando ocho o nueve horas todos los días, me di cuenta que me gustaba pero no tanto como el básquet». «Fue una experiencia increíble», agrega, «pero tengo que reconocer que no tenía el nivel de mis compañeros». De hecho, al año siguiente le llamó la selección de española de su categoría y no se lo pensó: «No me importaba estar ocho horas entrenando».

El idilio con el baloncesto continúa, aunque permanece a la espera de equipo. Su pasión por la música también persiste, pero de una manera menos pasional:«Música como tal no escucho en casa pero la música en vivo, ya sea ópera, orquestas sinfónicas, rock o lo que sea, me encanta. También toco el violín en ciertas ocasiones pero solo como divertimento».