enaro Díaz (Oviedo, 1971) es asturiano militante aunque lleva tantos años (siete) entre nosotros que parece un riojano más. Acodado en la barra de La Anjana, («el dueño es amigo», informa) prepara su próxima cita competitiva. Además de bar, es en este establecimiento hostelero donde Jenaro se reúne con su cuerpo técnico:«Paro aquí. Muchas veces desayunamos con los entrenadores del equipo», informa. En cualquier caso su elección para esta sección ha sido un tanto pedestre: pincho de tortilla. La riega, eso sí, con un Legado de Ruiz. «Me gusta el vino tinto y he de reconocer que el Rioja está muy bien». «La sidra, que conste, no está mal», bromea el técnico ovetense.
Es su séptima temporada en Logroño pero antes de tomar el mando del Clavijo estuvo seis años en Rusia, siempre en el Jinki. En el equipo moscovita estuvo a las órdenes, entre otros, de Sergio Scariolo, Rimas Kurtinaitis y Dusko Ivanovic. Antes entró en la casa blanca (2005-06), como segundo de Joan Plaza. «Con él ganamos la liga y la Eurocup», rememora.
Desde hace años lleva las riendas del Clavijo, un equipo cuyos entrenadores, en las últimas dos décadas, se pueden contar con los dedos de una mano. Literal.
El preparador ovetense se siente muy orgulloso del regreso a la LEB Oro, «una de las diez mejores ligas del mundo». Su afirmación no es exagerada porque el nivel de la segunda categoría española ha crecido con el paso de los años. «Ahora es una liga abierta, en la que por fin se sube a ACB. Hay un nivel muy bonito y, como se ve en todas las jornadas, el campeonato está muy igualado. Hay que dar el cien por cien para llevarte la victoria», agrega.
Tras los talentos americanos, España es, en este siglo, la mejor escuela de baloncesto aunque a tenor del último Mundial el nivel parece haber bajado. Jenaro Díaz no lo considera así: «Scariolo lo ha hecho muy bien. Es lo que nosotros queremos hacer en el Clavijo. No queremos hablar de nombres y sí de equipo. Y España todavía tiene talento», recuerda antes de enumerar a los Aldama, Núñez, Almansa o Aday Mara.
Volviendo a lo local, el objetivo del Rioverde Clavijo es lograr la permanencia en la antesala de la ACB. No será fácil aunque «volver ha sido una alegría». «El equipo y el club se merecían regresar a la LEB Oro. Han hecho un gran trabajo para volver a estar aquí», se felicita.