La Rioja rebaja al 50% la llegada de basura de otras regiones

G.B.
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La Rioja solo admite desechos de un radio de 50 kilómetros y deniega en lo que va de año 50 solicitudes. El 57% de las 303.700 toneladas recibidas en 2022 eran foráneas

Un camión con material para reciclaje accede al Ecoparque, donde se tratan residuos y de donde sale desecho no aprovechable camino a los vertederos. - Foto: Óscar Solorzano

La Rioja ha dejado de ser una región 'importadora' de basura de otras comunidades. Los cuatro vertederos autorizados en la región para almacenar residuos han reducido sustancialmente la recepción de desechos, después de que hace en torno a medio año entrase en vigor una modificación del plan director de residuos que restringe su transporte y vertido, de modo que solo se admiten los que se generan en un radio de 50 kilómetros. 

Esa limitación en distancia, que convierte a La Rioja, Galicia y Andalucía en las tres únicas regiones que impiden la llegada a sus territorios de basura de otras autonomías, establecida por el Gobierno regional a finales de 2023, supone en la práctica el fin del traslado de centenares de camiones con residuos foráneos, aunque no del todo. A diferencia de Galicia y Andalucía, La Rioja sí admite los generados a menos de 50 kilómetros, lo que posibilita que lleguen desde municipios alaveses y navarros cercanos a territorio riojano. 

Con todo, la reducción conseguida con ese cambio en la normativa es palpable. Aunque no es posible aún dar una cifra cerrada del descenso en la entrada de desechos a los vertederos tras medio año de restricción, puede rondar el 50%, estima el director general de Calidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, José María Infante. 

Para ilustrar el alcance de la entrada en La Rioja de residuos de otras regiones antes del cambio normativo, Infante aporta el dato de 2022. Ese año, se recibieron en la región para su eliminación (depósito en vertederos, ya que es materia no reciclable) 303.700 toneladas de residuos en el conjunto de vertederos de la Comunidad, de los que solo el 43% eran de origen riojano. A finales de 2023, la reducción en la llegada de residuos, todos ellos no peligrosos, ya era del 11,3%.

A juicio del Gobierno regional, esa tendencia al alza amenazaba el periodo de vida útil de los cuatro vertederos ante el peligro de que se llenasen a corto plazo y «limitaba nuestra capacidad de gestión a futuro», argumenta el director general, quien explica que el cambio del plan director obedece a criterios de proximidad de autosuficiencia.

Señala José María Infante que las cuatro instalaciones de recepción de desechos, todos ellos de propiedad privada, están concebidos para dar solución a los residuos generados en La Rioja, mientras que en los últimos años la entrada de basura de gestores de otras regiones se había incrementado notablemente, principalmente a raíz del accidente en el vertedero vizcaíno de Zaldívar en febrero de 2020, que provocó la muerte de dos trabajadores y su clausura.

Infante señala que cuando algún territorio tiene problemas, se recurre al principio de solidaridad regional y se admite la llegada de residuos, pero matiza que el flujo creciente no procedía solo de Zaldívar, sino de otros gestores que «habían puesto sus ojos en La Rioja», seguramente por una razón de precios más baratos.

  Pese a todo, el director general relativiza el alcance de la restricción y matiza que la distancia de 50 kilómetros es orientativa y siempre se estudia cada solicitud de traslado de residuos para tratar de buscar una alternativa posible si el cargamento llega de más lejos, siempre con el ánimo de dar soluciones. Además, apunta que ese radio de acción posibilita la entrada de cargamentos de localidades próximas, aunque sean de otras regiones.

Según explica, desde que se aprobó esa limitación mediante un decreto del Gobierno regional, se han ido aplicando progresivamente criterios de proximidad. En lo que va de 2024, la Administración regional ha denegado 50 peticiones de traslado de desechos procedentes de otras autonomías. En su opinión, no existe un ánimo de oponerse al libre tránsito de mercancías ni de perjudicar a otras comunidades autónomas. 

4 puntos de vertido. De las cuatro instalaciones existentes en La Rioja, el vertedero principal es el de Nájera, al que llegan, entre otros tipo de residuos, todo el rechazo (aquellos desechos que ya no admiten aprovechamiento alguno con el reciclaje) procedente del Ecoparque, que es la planta de tratamiento y reciclado de la basura de la Comunidad. Además, están los vertederos de Arnedo, gestionado por FCC;el de Agoncillo, operado por la empresa Hilario Cabezón; y el de Hervías, al que suele llegar bastante residuo procedente de la construcción y demoliciones. 

 

Una norma que no le gusta a la patronal del sector

La decisión de La Rioja de limitar la entrada de residuos a sus vertederos desde más allá de los 50 kilómetros de distancia no gustó nada a la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales, principal patronal española del sector, con más de 50 compañías asociadas. Su secretario general, Luis Palomino, explica a El Día de La Rioja que lo que reclaman es una armonización de criterios de las normativas regionales con la ley nacional de residuos, que con carácter general permite el transporte de estos materiales entre regiones, con la única cortapisa de que puedan las comunidades autónomas puedan oponerse en situaciones muy determinadas. «Lo que nosotros decimos es que se respete la ley», asegura Palomino, que señala que para determinados tipos de residuos industriales se requieren instalaciones especializadas, que no abundan. Asegre planteó sus recelos ante la postura de La Rioja, Andalucía y Galicia ante la Secretaría para la Unidad de Mercado (Secum), dependiente del Ministerio de Economía. En el Gobierno de La Rioja no consta que esta entidad les haya requerido explicación alguna por el cambio normativo.