La Rioja se acomoda en los tiempos del bipartidismo que se erigían omnipresentes hace ya unos años con un reparto igualitario de los diputados que representaban a la Comunidad en el Parlamento nacional. Quedan para la historia, al menos de momento, los comicios generales en los que el PP se hizo con tres escaños por uno el PSOE, allá por la convocatoria de 2011, y las citas en las que Ciudadanos y Podemos rascaron entre el electorado riojano, y en convocatorias diferentes, para aportar al Congreso un diputado en detrimento de las dos grandes fuerzas de ámbito de nacional y que rompían el juego a dos. Reparto salomónico por tanto entre PP y PSOE en la estival cita electoral de 2023, y por este orden, en una de las convocatorias generales más calurosa de la historia democrática de España. Eso sí, con un contundente cambio de posiciones en comparación con las últimas elecciones celebradas en noviembre de 2019 y que llevaron a Pedro Sánchez a la Moncloa.
El reparto de hace cuatro años también esbozó la distribución a dos entre las grandes fuerzas políticas de cobertura nacional si bien, en aquel momento, los socialistas aventajaron a los populares en unos mil votos. La tendencia azul de La Rioja evidenció su fuerza ayer a favor de la candidatura encabezada por Cuca Gamarra con una ventaja de 18.000 papeletas.
Continúa el tono azul. La primera lectura describe un tono de continuidad tras las recientes municipales y autonómicas con la salvedad de que el panorama nacional, del cual suele beber La Rioja, deambuló durante el recuento con una cierta emoción inicial y a través de una senda muy pareja para distanciarse a favor de Feijóo a medida que avanzaba el escrutinio. Nada que ver con lo que ocurrió en las sedes de Duquesa de la Victoria y de la plaza del Moderno, donde ambas formaciones miraban la cuenta entre el lamento de la ocasión perdida para unos, y la satisfacción de haber superado las previsiones, para otros.
Con todo, serán la propia Cuca Gamarra, junto a su inseparable Javier Merino, los populares que se sentarán en el Congreso de los Diputados durante la próxima legislatura, siempre con el permiso de los pactos postelectorales, mientras que la exalcaldesa de Calahorra, Elisa Garrido, y Raúl Díaz harán lo propio en los escaños propiedad de socialistas. El PP obtuvo así el 45,66% de respaldo electoral con 79.113 votos y El PSOE, el 35,73% con 61.916 papeletas. Muy lejos de ambas se sitúa Vox con el 9,74% del electorado y 16.880 votos, y Sumar, con 6,53% y 11.320 papeletas con el cien por cien del escrutinio.
Ni el exalcalde popular de la localidad riojabajeña de Tudelilla, Raúl Lavega, ni la que fuera diputada regional por el Partido Socialista regional, Emilia Fernández, contaron con opciones reales de viajar a Madrid y ocupar un sillón en la Cámara Baja.
Lejos también de posibilidades quedaron Vox y Sumar, las únicas dos formaciones, además de PP y PSOE, que superaron la barrera de los diez mil votos. El resto de formaciones políticas, otras siete al Congreso por La Rioja, no alcanzaron si quiera los mil votos. A modo de anécdota, Escaños en Blanco, la organización que aboga por dejar vacíos sus sillones, consiguió el respaldo de seiscientos riojanos.
En resumen, victoria clara del Partido Popular de Cuca Gamarra en número de votos, pero reparto igualitario de parlamentarios riojanos. De hecho, los populares se alzaron con la victoria en la capital riojana y en las cabeceras de comarca de Arnedo, Alfaro, Calahorra, Nájera y Torrecilla en Cameros. Solo la ciudad riojalteña de Haro se coloreó del tono rojo que luce el Partido Socialista.
Distribución del senado. Por otros derroteros se movió el electorado riojano en la elección, por nombre, y no por candidatura, de sus representantes al Senado. El PP llevará tres representantes de la Comunidad a la Cámara Alta, (suma uno) por uno el PSOE, (pierde uno). Luis Martínez-Portillo, Carlos Yécora y Mar San Martín controlarán la acción del Gobierno, del que salga de los necesarios pactos postelectorales, y la expresidenta del Ejecutivo regional, Concha Andreu, hará lo propio desde las filas socialistas. No muy lejos de su cabeza de lista al Senado, pero sin opciones, quedaron Pedro Antonio Montalvo y Noelia González y más alejados aún, Ignacio Aquesolo y Susana Alesanco de la formación política que abandera Santiago Abascal. Los candidatos de Sumar La Rioja se posicionaron muy por detrás.
Todo ello en una jornada electoral de evidentes tintes veraniegos y que arrancó con absoluta normalidad en todas y cada una de las 510 meses electorales habilitadas y distribuidas por los 174 municipios de la Comunidad autónoma.
La participación crece 8 puntos. Por su parte, la participación creció en casi ocho puntos en relación a la convocatoria general de noviembre de 2019 y eso que el calor de mediodía frenó las expectativas iniciales. En cualquier caso, la cita adelantada de ayer recogió el compromiso democrático del voto del 74,88% de los riojanos en edad de ejercer su derecho a elegir, 175.533 papeletas emitidas en términos absolutos, con una abstención que alcanzó a un cuarto del padrón electoral, el 25,11% de los riojanos con derecho a voto no concretó sus preferencias.
Otra de las cuestiones que quedarán para el anecdotario es la emisión de 2,4 millones de votos por correo. En el caso de La Rioja fueron casi 20.00, y en ambos casos, récord sin contemplaciones en la historia democrática española.