El Barça de los récords, el que aspira a todo, el equipo invicto en 2025, paradójicamente no se ha cocinado a fútbol lento, sino con el sello de Hansi Flick, llegado solo hace ocho meses al club; un técnico que se ha ganado el respeto del barcelonismo y ha recuperado las señas de identidad que le llevaron a ganarlo todo con el Bayern de Múnich.
El entrenador de Heidelberg, la vía alemana que Joan Laporta eligió por delante de Thomas Tuchel y de Julian Nagelsmann, en pocos meses ha dejado su impronta en la entidad azulgrana, acostumbrada a preparadores de primer nivel y de perfiles muy diferentes, y ha conseguido la mejor versión de gran parte de la plantilla.
«Su secreto está en la gestión del vestuario, que es muy buena a pesar de la complicación que entraña», cuentan desde el club catalán. Tenía tal conocimiento del equipo antes de llegar que, cuando aterrizó el verano pasado, sabía qué teclas tenía que tocar e incluso conocía a jugadores que no estaban en el foco.
Así, no planteó el fichaje de un mediocentro y le dio la alternativa a Marc Bernal, un joven que tuvo la mala suerte de romperse a las primeras de cambio. Después dio galones a Marc Casadó, cuando la lógica apuntaba a que sería el neerlandés Frenkie de Jong el elegido.
Otro ejemplo para comprender cómo el germano gestiona su equipo es el caso de Wojciech Szczesny e Iñaki Peña. Perdió la confianza en el canterano y recuperó a un portero que estaba retirado, jugando al golf en Marbella y que había decidido dedicarse a su familia tras su paso por grandes clubes europeos como el Arsenal y la Juventus.
Y, una vez más, los números le dan la razón. El polaco, desde que se ha instalado bajo los palos de la meta del Barça, no ha visto ni una derrota de los suyos. Dieciocho victorias y tres empates en 21 partidos con un registro de 11 porterías a cero.
Química
A su vez, también vio claro que Íñigo Martínez, que está cumpliendo una de las mejores temporadas de su carrera, debía ser el acompañante de Pau Cubarsí en detrimento de Ronald Araújo. Y, después, está cómo ha gestionado los minutos de los jóvenes. El último caso es el de Ansu Fati que, tras 21 partidos inactivo, tuvo unos minutos el pasado miércoles ante el Dortmund en sustitución de Lamine Yamal. Dicen que el de Rocafonda pidió el cambio para que el atacante, uno de sus mejores amigos, pudiera participar.
Tripleta demoledora
A Flick, de momento, le salen todas las cuentas. Los números de sus jugadores así lo demuestran, como la barbaridad de goles que lleva la tripleta de delanteros (Lewandowski, Raphinha y Lamine), autores de 82 de los 145 tantos que suma el equipo en 48 encuentros.
Lewandowski, con 40 dianas, vive una segunda juventud; Raphinha es el máximo anotador de la Liga de Campeones (12) y Lamine el genio de la lámpara que bate récords de precocidad.
Comparado con los tridentes de los grandes clubes, el del Barça suma 15 tantos más que el formado por Mbappe, Vinícius y Rodrigo (67) o 17 más que el del Bayern de Múnich (Kane, Musiala, Olise).
En asistencias, los tres delanteros del conjunto catalán suman 40, cinco más que las tripletas atacantes del PSG, ocho más que la del Liverpool, 12 más que la del Bayern y 14 más que los tres delanteros titulares del Real Madrid, según datos ofrecidos por 'BeSoccer Pro'.
Los 145 goles anotados en 48 partidos dan un media de 3,03 por encuentro, el mismo promedio que el firmado por el Barça en la 2011/2012; la racha de 23 partidos invictos sitúan al equipo de Flick sexto de la historia por detrás de las series de Luis Enrique (39 duelos sin perder), Valverde (29), Guardiola (28), Michels (27) y Rijkaard (24). Números que invitan a la ilusión en el bloque culé.