La cotización en origen del aceite de oliva se ha desplomado a casi la mitad desde el inicio de la nueva cosecha, previsiblemente mayor que la anterior, lo que ha desatado el temor de los productores a la posible vuelta de los precios bajos en el campo. El observatorio de precios de Infaoliva refleja que los precios han bajado de media un 45% desde principios de octubre y actualmente el aceite de oliva virgen extra cotiza a 3,8 euros por litro, el virgen a 3,7 euros y el lampante a 3,5 euros. Y el descenso por debajo del umbral de los 4 euros ha hecho sonar las alarmas en el sector.
El presidente del sector del aceite de Cooperativas Agroalimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, ha explicado que «ante una expectativa de bajada, todo el mundo quiere vender muy pronto» para que no le afecte la caída del precio, si bien con eso se provoca «el derrumbe absoluto». «Hay un sector cada vez más grande en el que las cooperativas, por desgracia, cada vez pesan menos. Hay cooperativas en las que el agricultor elige el momento de venta, así como muchas almazaras y agricultores particulares que también lo eligen», ha afirmado Sánchez de Puerta.
El responsable de Cooperativas ha rechazado que se trate de «un problema de las cooperativas ni que éstas estén vendiendo ahora» y relaciona la situación con los muchos productores que están tomando esa decisión de venta. «Nosotros apostamos por tener un sector lo más profesionalizado posible y con unas estrategias claras», ha añadido.
Los precios del aceite de oliva en origen caen casi un 50% - Foto: Jose Manuel Pedrosa Jose Manuel PedrosaSánchez de Puerta ha salido así al paso de las acusaciones de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). Cristóbal Cano, responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de la organización y secretario general en Andalucía, señalaba hace unos días que «el sector cooperativo está contribuyendo decididamente a esta espiral suicida regalando el aceite, porque ya nos constan operaciones por debajo de los costes de producción». Cano ha criticado que «el sector no ha aprendido nada de lo que los mercados han demostrado en estos dos últimos años, en que se ha comercializado con valor a precios a los que la demanda mundial de consumo no se ha visto resentida».
Por su parte, el responsable de Cooperativas ha indicado que «observamos que hay un gran número de agricultores que están tomando la decisión individual de venta de su aceite. En un contexto de incertidumbre y caída de precios, la tendencia natural de estos agricultores es vender cuanto antes para intentar beneficiarse de los precios antes de que bajen, lo que provoca que los compradores ante esa oferta masiva retrasen sus compras y baje el precio, tal y como está pasando, y en esos movimientos no están participando las cooperativas. Si a esta situación sumamos la disponibilidad de 200.000 toneladas de aceite en Portugal, en su gran mayoría producido en cultivo superintensivo y que juegan en el mercado español a todos los efectos, y las 520.000 toneladas que se producen en España fuera de las cooperativas unidas a las 100.000 toneladas que se importan de otros orígenes, centrar la estrategia en lo que hacen las cooperativas es absolutamente ridículo».
Ante la «inesperada» caída del precio del aceite de oliva en origen, la asociación ibérica de olivar en seto Olivérica ha llamado «al sentido común y a la responsabilidad de todos los agentes del sector», y abogado por un «precio justo y equilibrado que garantice la sostenibilidad». En su opinión, el olivar es una actividad que «solo tiene sentido si va acompañada de una retribución justa que permita a los agricultores cubrir costes, planificar inversiones y mantener el cultivo activo».
Datos y previsiones.
Según los últimos datos oficiales, la producción acumulada en los dos primeros meses de campaña ha sido de 292.019 toneladas, tan solo un 9,7% más que la campaña pasada, que fue decididamente corta. Un aumento que no parece justificar la caída en las cotizaciones. En cualquier caso, la comercialización sigue fuerte, con 147.786 toneladas vendidas por las almazaras entre octubre y noviembre, mientras que las existencias han caído un 15% anual en noviembre, con un total de 321.147 toneladas. Esta reducción ya se veía venir y, de hecho, Cooperativas Agro-alimentarias de España advirtió hace ya meses que esta campaña comenzaría con el enlace más mermado de la historia.
Al menos, tras dos cosechas cortas por el impacto de la sequía la campaña 2024-2025 ha recuperado un nivel de producción normal, con una estimación de 1,29 millones de toneladas. Al menos de momento, porque según Cooperativas, «los rendimientos industriales de la aceituna recogida hasta la fecha se sitúan entre el 15% y el 17%, muy por debajo de la media de rendimiento con los que se han calculado los aforos, con lo que cabría esperar una menor cosecha de la estimada. No ha llovido durante el mes de noviembre y las previsiones apuntan a que no lo va a hacer en lo que queda de diciembre, lo que va a provocar que los árboles queden en malas condiciones para la próxima campaña sumado a la vecería natural del olivo. A ello hay que añadir que países netamente compradores como Italia tienen cosechas cortas y van a tener que salir a comprar obligatoriamente».
«Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España defendemos que la mejor herramienta para ordenar la oferta y garantizar un precio justo es la integración de los agricultores en cooperativas. Estas estructuras de comercialización concentran la oferta, aumentan el poder de negociación y aseguran que los beneficios empresariales redunden directamente en las liquidaciones de sus socios y socias. En este sentido, instamos a las organizaciones agrarias a promover la incorporación de agricultores a las cooperativas, dejando de lado señalamientos injustificados que solo contribuyen a distorsionar el mercado y generar incertidumbre en el sector».
Traslado a la cesta de la compra.
Más allá de este descenso en las cotizaciones en origen, al consumidor le interesa ver reflejado ese abaratamiento en los supermercados, pero parece que este proceso será más lento, o al menos lo está siendo de momento. Aunque a los agricultores se les está pagando casi un 50% menos que la inicio de la cosecha, los precios de consumo del aceite de oliva muestran en noviembre caídas mucho más discretas, concretamente del 3,7% anual y del 3,2% mensual, según los datos difundidos este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aunque la noticia no deja de ser esperanzadora: la consultora NIQ ha subrayado que el aceite ha aparecido en noviembre por primera vez entre los productos de la cesta de la compra que han bajado de precio desde que se registró su gran escalada.