Las ruinas que quedan de lo que fue el soberbio monasterio de San Prudencio, al cobijo de los escarpes del monte Laturce, en el municipio de Clavijo, parecen otras, liberadas de la vegetación que se había adueñado desde hace décadas de las piedras y las estructuras que aún resisten al paso del tiempo y a siglos de abandono. El Gobierno de La Rioja ha llevado a cabo labores preliminares de limpieza de todo el perímetro del antiguo cenobio dedicado al santo patrón de Álava y lugar de enterramiento de los Señores de Cameros, de cara a realizar un estudio de lo que queda de aquel importante centro monástico y tomar una decisión sobre si procede acometer una campaña de excavación arqueológica.
En concreto, a los trabajos de desbroce ya concluidos le seguirá el encargo de un estudio de levantamiento topográfico del conjunto, que permita disponer de planos y conocer la realidad arquitectónica de sus muros. Para la contratación de ese trabajo se trabaja actualmente en la Consejería de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud, que confía en tenerlo adjudicado en un plazo de tiempo muy breve, indicaron este martes a El Día de La Rioja fuentes del departamento que dirige José Luis Pérez Pastor.
El propósito principal de contar con este levantamiento arquitectónico y topográfico es disponer de la información suficiente para tomar la decisión sobre si resultaría procedente acometer una excavación arqueológica que posibilitase aflorar partes del monasterio ocultas por los escombros y al mismo tiempo consolidar los restos para evitar que el grave deterioro que ya aquejan al monasterio de San Prudencio de Monte Laturce siga avanzando de forma inexorable.
La citadas fuentes regionales indicaron que el objetivo del Gobierno de La Rioja sigue siendo el mismo que anunció meses atrás, cuando informó de que trabajaba de la mano del Ayuntamiento de Clavijo, para conservar el monasterio y reforzar su protección con la futura declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).
La aprobación de esa figura de protección es una reivindicación constante de la Asociación Salvemos el Monasterio de San Prudencio, que ve en el BIC la forma de preservar este importante legado histórico-artístico.
Un enclave con mucha historia
El monasterio de San Prudencio, uno de los más antiguos de La Rioja, hunde sus raíces hacia el año 925, con el enterramiento en ese lugar del santo alavés que le dio nombre, que llegó a ser obispo de Tarazona. En el año 950 la congregación del monte Laturce pasó a depender del cenobio de San Martín de Albelda, cuyo abad lo traspasa Don Jimeno Fortún, con todos sus bienes, derechos y pertenencias. Sus monjes adoptaron la regla del Císter en el s. XII por imposición de Diego Jiménez, Señor de los Cameros, de cuya familia fue enterramiento. En el siglo XII-XIII se construyó nuevamente la Iglesia, como detalla la organización Hispania Nostra, que tiene incluido a San Prudencio en su Lista Roja de Patrimonio en peligro. Con la exclaustración de Mendizábal en 1835, el monasterio se convirtió en una cantera y un gran campo de ruinas expoliadas.