«La población adolescente utiliza internet con frecuencia o con mucha frecuencia cuando se sienten decaídos» Y lo hacen como estrategia para «escapar de la tristeza o aliviar sus sentimientos negativos». Son dos de las conclusiones a las que llega la investigación desarrollada por Julia Pérez Sáenz, profesora adscrita al área de Psicología Evolutiva del departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Rioja (UR). El exhaustivo y extenso trabajo desarrollado por la investigadora arranca bajo la premisa de «los cambios propios que se producen en la etapa adolescente». Matiza en su introducción, que si bien la mayoría de este colectivo poblacional mantiene «unos niveles adecuados de bienestar emocional, es un periodo de mayor vulnerabilidad para diferentes dificultades de carácter psicológico». Entre ellas se refiere al denominado Uso Problemáticode Internet (UPI) entendido como todas las conductas potencialmente problemáticas vinculadas al uso de la red de redes como «el juego, las apuestas, las compras o el uso de pornografía», entre otras.

La encuesta realizada al respecto sobre una población de 1.970 adolescentes residentes en la Comunidad riojana (816 hombres,  961 mujeres y 13 con diversidad de género) con una media de edad de 15,7 años focaliza sus esfuerzos en los 14 ítems de la Escala de Uso Problemático de Internet en su acronómico anglosajón) agrupados en cinco dimensiones: falta de control en internet; preocupación; abstinencia; habilidades de afrontamiento; y conflicto intrapersonal e interpersonal.

De esta forma, la encuesta concreta que un 33% de los adolescentes riojanos recurre a internet «cuando está de 'bajón'». Un porcentaje que se eleva hasta cerca del 40% en el caso de las adolescentes y desciende a un 25,7% en el caso de los jóvenes. Una proporción similar arroja también la pregunta si «¿te conectas a internet para olvidar tus penas o sentimientos negativos?» donde la media de las respuestas positivas desciende hasta un 28,6%, de nuevo ellas muestran una incidencia más elevada (un 32,7% frente a un 23,7%). En ambos casos, las diferencias se reducen considerablemente entre los grupos de edad (14-15 y 16-18). 

¿Enganchados? Por otro lado, la encuesta refleja que al 21,3% de los adolescentes riojanos que han participado en la investigación «les cuesta dejar de usar internet cuando están conectados». Y una vez más, la incidencia es considerablemente mayor entre ellas que entre ellos (26,9% frente a un 18,9%) y se acortan las diferencias por grupos de edad.  Incluso, un 8,5% de los jóvenes riojanos «prefiere conectarse a la red antes de pasar tiempo con otros» ya sea con los padres o con amigos. También se repite una mayor incidencia entre las adolescentes que entre los jóvenes. Por otro lado, cerca de un veinte por ciento de las encuestados asegura que «duerme menos por estar conectado», apunta el informe.

Con todo, la investigación concluye que «el  55% de los y las adolescentes presenta una puntuación leve mientras que el 35% arroja una puntuación alta en Uso Problemático de Internet. De esta forma, tal y como detalla la profesora, «entre las mujeres, el 60% presenta una puntuación leve y el 40% una puntuación elevada en el índice UPI». Entre los hombres, el 50% presenta una puntuación leve y el 30% una puntuación alta. En general, «los resultados indican que las mujeres presentan puntuaciones medias más altas en comparación con los hombres y no se encuentra relación entre el UPI y la edad».

La red evidencia «un uso más intensivo»

Las tecnologías de la información y de la comunicación, las denominadas TIC, «se han asentado como parte sustancial de la vida de las personas con un impacto importante en diferentes ámbitos, incluyendo la forma de estructurar las relaciones sociales y el tiempo libre», señala Julia Pérez Sáenz. Y en este contexto ya consolidado, todo apunta a «un uso cada vez más intensivo de internet» con el foco puesto de forma especial en la etapa adolescente. No niega la investigación que la red de redes ofrece «innegables beneficios» como la adquisición de conocimientos e incluso las oportunidades de apoyo o contacto social, pero también opta por fijar el punto de mira «en los riesgos que pueden derivarse del mal uso». 

La investigación desarrollada en la Universidad de La Rioja gracias al equipo Prisma, permite conocer ciertos aspectos relacionados con el uso de internet entre los  adolescentes. Ahora bien, «en próximas líneas de investigación se podrían abordar otras cuestiones  relacionadas con el uso de internet como el juego, las apuestas, las compras o el uso de pornografía». No hay nada decidido en el seno del grupo investigador de la Universidad de La Rioja, si bien, son cuestiones que preocupan.

De hecho, el Gobierno de España ha planteado estos días la posibilidad de implementar una aplicación que permita limitar el consumo de pornografía en internet a los jóvenes. Todo ello basándose en los datos a nivel nacional que se refieren a la pornografía en la red como una epidemia entre los adolescentes. Es más, el informe Estudes sitúa el inicio en los 12 y 13 años. No existen datos regionalizados de su incidencia.