El pasado viernes, una fuerte y repentina tormenta descargó sobre Logroño y otras zonas de la región, provocando numerosos desperfectos y algunos heridos debido a los golpes de mobiliario y sombrillas de terrazas. La capital y Alfaro fueron las zonas más afectadas y, según los datos registrados en las estaciones meteorológicas del Gobierno de La Rioja, cayeron en Moncalvillo 16 milímetros y en Calahorra 14,3, con la velocidad del viento que llegó a superar los 130 kilómetros/hora. Debido a la cantidad de agua caída y la velocidad del viento se recibieron numerosos avisos de caídas de árboles y barro en varias carreteras de la comunidad, fenómenos tormentosos que también provocaron daños en los cultivos de varios municipios repartidos por todo el territorio.

En concreto, y según ha informado Agroseguro, las tormentas del día 5 dejan, por ahora, un total de 939 hectáreas siniestradas tanto en Rioja Alta, principalmente en los municipios de Haro, Cuzcurritilla y la zona agrícola situada entre Alesanco y San Millán de la Cogolla, como en viñedos de Rioja Media, (en el entorno de Logroño capital, Fuenmayor, Navarrete y Entrena) y en Rioja Baja, en concreto, descargó en explotaciones situadas en Alfaro y Cervera;además de en Labastida, en Rioja Alavesa.

A lo largo de las dos últimas semanas y, particularmente desde el día 26 de junio, el total de superficie siniestrada en La Rioja por fenómenos tormentosos -pedrisco, lluvia, viento o inundación- se eleva hasta 3.742 hectáreas. 

Respecto a los cultivos afectados,1.789 hectáreas corresponden a viñedo, y otras 1.584 hectáreas a cultivos herbáceos; el resto, hasta completar el total, se reparten entre un gran número de producciones, como ciruela, manzana, pera, melocotón, olivar, patata, cebolla, pimiento, remolacha, lechuga o zanahoria.

En total, y según la información de Agroseguro, en lo que llevamos de 2024, las declaraciones de siniestro por tormentas en La Rioja suman 8.991 hectáreas. «Aunque se produjeron algunos frentes tormentosos -de manera puntual- entre febrero y marzo, desde finales de abril (27 de abril) se están registrando de manera constante», explica la entidad, que informa que desde esa fecha, se han registrado siniestros por pedrisco en hasta 42 jornadas diferentes. Las más graves se produjeron los días 17,18 y19 de mayo, 26 de junio, así como la del 5 de julio.

Menos que en 2023. El presente ejercicio se muestra como menos seco que el pasado, aunque con tormentas igualmente frecuentes.   Durante la primera mitad del año, el comportamiento meteorológico fue similar y hasta el 30 de junio se habían notificado a Agroseguro 8.600 hectáreas siniestradas, aunque buena parte de ellas correspondían a explotaciones de herbáceos,  muy afectadas por la histórica sequía del año pasado, por lo que el pedrisco agravó el alcance de los daños.  

El punto de inflexión se produjo  los días 6 y 7 de julio, con unas graves tormentas  que sumaron 13.500 hectáreas siniestradas en apenas dos jornadas, que obligaron a abonar indemnizaciones cercanas 10 millones en un solo frente tormentoso.

Este episodio, que afectó principalmente a Rincón de Soto, se sumó a la tormenta del 21 de junio, que descargó con carácter más grave en la zona del Najerilla, principalmente en Huércanos, Uruñuela y Cenicero, y que el pasado 5 de marzo fueron declarados zona catastrófica -se produjeron daños en infraestructuras y en bienes públicos y privados- por el Estado.

 A lo largo de las dos últimas semanas, hasta 15 técnicos (peritos independientes) se han desplegado en La Rioja para realizar las correspondientes evaluaciones de daños, que se iniciaron de manera inmediata. En breve, explica Agroseguro, se incorporan otros cinco para apoyar las tareas de evaluación de daños en viña.

El capital asegurado de los seis primeros meses del año marcan récord histórico en nuestro país.