La investigadora principal del grupo de neurobiología molecular, Lidia Álvarez Cerviti, dirige un grupo formado por varias investigadoras en el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR).
El Día de La Rioja ha llegado al laboratorio donde desarrolla su actividad para hablar sobre una nueva investigación sobre párkinson. No estaba previsto, pero le ha parecido bien participar y aportar sus conocimientos sobre el tema.
Al principio se ha visto sorprendida pero han empezado las preguntas y ha respondido con naturalidad y sin nervios.
¿Qué labores realizan las investigadoras de su equipo en el laboratorio?
Nuestro laboratorio de neurobiología molecular se centra principalmente en el estudio de la enfermedad de párkinson, aunque también se hace algún pequeño estudio relacionado con otras enfermedades neurodegenerativas, sobre todo el alzheimer. Nuestro grupo se centra en los estudios basados en dos áreas. Una es en la que intentamos conocer los mecanismos por los que se produce la enfermedad de párkinson, cual es su origen y como progresa. La finalidad es desarrollar nuevos tratamientos y descubrir nuevas dianas terapéuticas. La segunda área está centrada en el desarrollo de terapia génica para el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas, pero sobre todo en el párkinson.
¿Cómo se está avanzando en la investigación de la enfermedad?
Hay un aumento que se cree que es por la esperanza de vida pero también se cree que está asociado a factores ambientales, como ciertos tóxicos en el ambiente. Realmente, en los últimos años ha habido un cambio muy importante en las áreas de investigación. Hasta hace un tiempo todas las investigaciones estaban más centradas en nuevos tratamientos farmacológicos para intentar controlar lo síntomas y de ese modo, ver si se podía frenar el avance de la enfermedad. Pero en los últimos años se está centrando en inmunoterapias, usos de anticuerpos monoclonales, terapia génica, implantes celulares… Nos hemos movido al siguiente nivel de la investigación y se están empezando a hacer ensayos clínicos en estas áreas.
¿Hay esperanza para los enfermos de párkinson?
Tienen todos los tratamientos farmacológicos que están en su mano, al igual que los tratamientos quirúrgicos como la estimulación cerebral profunda, o los tratamientos con Hifu, que se están realizando en el Hospital San Pedro. Eso es lo que a día de hoy está disponible en la clínica, ya que realmente se ha avanzando mucho. Creo que en los próximos 10 o 15 años, depende de lo exitosos que sean los tratamientos, vamos a ver nuevas terapias que quizás logren frenar el avance de la enfermedad por primera vez. Esta es la expectativa pero hay veces que las cosas no salen como los científicos esperamos y se retrasa.
¿Cree que en un futuro lejano se podrá prevenir esta enfermedad?
Ojalá. Yo espero que si. Por eso se está investigando cuales son las causas y los biomarcadores tempranos. La idea sería hacer intervenciones terapéuticas para pararlo en un estado tan inicial que la persona que tiene párkinson pueda llevar una vida normal con cualquiera de los tratamientos farmacológicos. Ahora el número de años no se puede saber. Ese es el objetivo en el que se centra la comunidad científica.
¿Qué significa como jefa que su compañera María Izco haya colaborado en una investigación en Italia?
Estoy a favor de las colaboraciones. Intentamos promover estas colaboraciones para traer técnicas y aprender modelos que no tenemos.?