El rey Carlos III ha destacado este jueves ante los legisladores franceses la relación de amistad que une a Reino Unido y Francia y ha aludido a la determinación "inquebrantable" de ambos países para seguir trabajando y que Ucrania pueda "triunfar" frente a la agresión lanzada por Rusia en febrero de 2022.

"Nuestra determinación y nuestra alianza son más importantes que nunca. Juntos, estamos del lado del pueblo ucraniano con una solidaridad decidida", ha dicho el monarca, en un discurso de unos 20 minutos en el Senado galo que se enmarca en la segunda jornada de su visita de Estado a Francia.

El monarca, poco dado a aludir a temas políticos, pero que ha llegado a invocar un discurso del expresidente francés Charles de Gaulle, sí ha reconocido en este caso que Europa se enfrenta de nuevo a una "agresión injustificada" por parte de Rusia y que están en juego "libertades".

Carlos III ha pronunciado su discurso principalmente en francés y ante un auditorio al que ha forzado volver al trabajo en pleno receso parlamentario, algo por lo que el rey se ha disculpado al inicio entre risas de los asistentes. El actual rey ha reconocido el legado de su madre, que tendió un "hilo dorado" entre los dos países, y de hecho ha seguido con la tradición iniciada por Isabel II plantando un árbol en la residencia británica en París.

El monarca también ha apelado a la colaboración en materia de medio ambiente, uno de los temas sobre los que sí solía pronunciarse de manera clara cuando era príncipe de Gales y que los medios británicos han seguido ahora con lupa por las últimas medidas anunciadas por el primer ministro, Rishi Sunak, para retrasar algunos compromisos clave en materia de transición energética.

En relación a este tema, ha afirmado que el reto es "grande y grave", lo que requiere de "acción" por parte de los gobiernos, de la ciudadanía y del sector privado, sin que se pudiesen deducir de sus palabras alusiones veladas a uno de los temas del día en Reino Unido.

Carlos III viaja acompañado de la reina Camila, que el miércoles iniciaron una visita de Estado de tres días que replica la agenda prevista para marzo, cuando este mismo viaje tuvo que ser cancelado a última hora por las protestas en Francia contra la reforma de las pensiones. Uno de los grandes eventos de esta gira tuvo lugar el miércoles, con la cena oficial ofrecida por el presidente galo, Emmanuel Macron, en el Palacio de Versalles.