Logroño fija Semana Santa como límite de la obra de Sagasta

R. Muro
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En cualquier caso y al margen de las exigencias de los fondos europeos, la reforma de la calle no concluirá antes de febrero. «Priorizamos la calidad a los plazos»

Logroño fija Semana Santa como límite de la obra de Sagasta - Foto: Carlos Caperos

La fusión que conjuga obras y plazos va camino de erigirse en un ejercicio de riesgo al que siempre, o casi siempre, culpan las hemerotecas. La reforma de la logroñesa calle Sagasta no ofrece una excepción a esta regla y unas obras que deberían estar cerradas a 31 de diciembre de 2024, corren el riesgo de prolongarse hasta Semana Santa. Eso sí, la más optimista de las previsiones esbozadas desde el Consistorio de la capital riojana, sitúan su conclusión para el mes de febrero pero dejando la puerta abierta al mes de abril.  

Y en el escenario de una horquilla de posibilidades de tres meses, (para una actuación que iba a prolongarse durante cinco) reaparece como telón de fondo, una vez más, los tan manidos fondos europeos. A saber. Las exigencias de Europa marcaban la conclusión de las obras para diciembre del ya caducado 2024. Sin embargo, la renuncia del Ayuntamiento al montante de dos millones de euros (asignado de forma conjunta para el eje ciclista, la zona peatonal sobre la A-13 y la reforma de la calle Sagasta) eliminaba las obligaciones de ejecución de unas obras que arrancaron a mediados del pasado mes de junio con el horizonte puesto en un plazo de cinco meses. Todo ello teniendo en cuenta que ya van más de seis. 

Ahora bien, no preocupan tanto los plazos en la casa consistorial sino materializar una obra perfecta. Esa es, al menos, la explicación que esgrimen fuentes municipales. «Queremos priorizar un acabado idóneo y satisfactorio» por encima de los plazos temporal teniendo en cuenta que «ya no se imponen los plazos de los fondos europeos» una vez que el Ayuntamiento remitió al Ministerio la solicitud para devolver el montante económico asignado para estas tres actuaciones.

Así, «la parte más amplia» de las obras «está hecha», señalan las mismas fuentes municipales, si bien, desde el Ayuntamiento no se habla ni de fases ni de porcentajes de ejecución. Solo se insiste en «priorizar la calidad de la obra por encima de los plazos». 

Con todo, y al margen de los plazos, la actuación avanza entre los estrechos pasillos habilitados para el tránsito de peatones. A mediados de diciembre se procedió al corte de la circulación de vehículos  en la intersección entre esta vía y la calle Hermanos Moroy, corte que se prolonga durante varias próximas semanas.Mientras tanto, en el tramo este, desde Marqués de Vallejo hasta la propia calle Sagasta, podían circular los vehículos solo para carga, descarga y acceso a fincas. La salida se habilitó a través de la calle Marqués de Vallejo en dirección a la calle Portales hasta la Fuente Murrieta. Por su parte, en el tramo oeste de la intersección afectada, desde Hermanos Moroy hasta la calle Capitán Gallarza, estaba permitido el tráfico rodado para carga y descarga mientras que la salida se realizaba por Capitán Gallarza hacia Portales para, finalmente, llegar a la Fuente Murrieta.

Todo ello con las modificaciones oportunas en función de devenir de la actuación y con una señalización actualizada a cada momento de la actuación. Una vez concluida la pavimentación, dispondrán de acceso los peatones mientras que los vehículos deberán esperar un plazo mínimo de quince días con el objetivo de que asiente en condiciones. 

Sin protestas. Como toda obra, vecinos y comerciantes de la zona padecen las molestias típicas de una actuaciones de estas características. En  los puestos de la plaza de Abastos poco o nada sabían la pasada semana de plazos y porcentajes de ejecución. «No sabemos más que lo que vamos viendo día a día», señalan desde el propio Mercado. No significan protestas pero el entorno no ve las horas de que concluya el lavado de imagen.