La Rioja es la comunidad con más estrellas Michelin por habitante, una muestra indudable del gusto de sus habitantes y de la calidad de sus productos. Un ejemplo más que ratifica ambas afirmaciones es que los riojanos fueron el año pasado los españoles que más aceite de oliva extra virgen consumieron, con 4,22 litros por ciudadano, el doble que la media nacional que alcanzó 2,25 litros per cápita.
Este es uno de los datos que recoge el Informe Anual del Consumo Alimentario correspondiente a 2023, y que publicó hace unos días el Ministerio de Agricultura. El estudio, muy detallado, señala que además de La Rioja, Andalucía, Navarra, País Vasco y Cantabria son las comunidades autónomas más intensivas en la compra de este tipo de aceite; en el lado contrario, se sitúan Canarias, Murcia, Valencia o Baleares, donde no llegan a dos litros. Los riojanos, los únicos que superan los cuatro litros, se han mantenido fieles al aceite de la tierra, a pesar de que su precio, en promedio en todos los canales de distribución, alcanzó los 6,80 euros por litro, cuantía muy superior a los 4,71/litro del año 2022. La subida provocó una caída de su consumo en el conjunto del país, la mayor de todo el sector oleico, de un 23,8 % del volumen de compras con respecto al mismo periodo un año antes.
El de oliva, el segundo más consumido por los hogares españoles, en esta comunidad, con 3,32 litros por persona y año, también está por encima de la media, con 3,20, aunque lejos de los primeros puestos. En el caso del aceite de oliva virgen, que alcanzó un precio medio de 6,147/litro, un 44,6 % superior al del año anterior, su consumo fue muy inferior en el conjunto del país, 0,66 litros, similar en La Rioja, 0,67.
Por lo que respecta al aceite de girasol, el aceite más consumido, aunque inferior al total aceites de oliva, con un 33,8 % de participación y ha registrado un importante crecimiento de 24,6%, ayudado por un recorte en el precio medio del 22,2%, hasta 1,86/l. De nuevo, el consumo se situó en esta comunidad por encima del conjunto del país, 3,44 litros, frente a un 3,33 nacional. En lo que los habitantes de esta región no alcanzan al resto de los de españoles es en las aceitunas, con una ingesta de 2,20 kilos al año frente a 2,33.
12,01 litros per cápita. El consumo per cápita de aceite se situó a a cierre de año 2023 en los 9,86 litros/persona/año, una cantidad un 4,4 % inferior a 2022.
De entre los diferentes tipos de aceite, el más consumido es el de girasol, con una ingesta media de 3,33 litros, donde además aumenta su consumo en 0,62 litros por persona y año. Le sigue el aceite de tipo oliva, con un consumo per cápita de 3,20 litros por persona y año, lo que supone una caída de 0,40 litros menos. Por su parte, el aceite de oliva virgen extra es el que más reduce su consumo per cápita, cerrando en 2,25 litros por persona y año, frente a los 2,99 litros que se registraron en 2022 (24,7 %).
En el caso de los riojanos, la ingesta de aceite de todas las modalidades es también superior a la media nacional, que supone 12,01 litros, y son los terceros con el mayor consumo, por detrás de Galicia, Principado de Asturias y por delante del País Vasco; de hecho, en todas estas comunidades el volumen de compra es superior al porcentaje de población que representan en el conjunto del país.
El informe ofrece un análisis socioeconómico y señala que la clase alta y media alta es quien mayor consumo per cápita realiza, con una ingesta media de 10,88 litros.