El sector espera en otoño una rebaja significativa del aceite

Feli Agustín
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La climatología está siendo favorable, lo que favorecerá una buena cosecha, lo que reducirá el coste actual, pero es improbable retornar a precios antiguos. La DOP se ha mostrado muy competitiva y se ha quedado sin existencias

Aceite de oliva virgen extra de La Rioja, la campaña pasada en la almazara de Aldeanueva. - Foto: Ingrid

A partir del 1 de julio, el IVA del aceite de oliva, que ahora se sitúa en el 5%, se reducirá al 0% de manera «extraordinaria y temporal» -hasta el 30 de septiembre-, medida que aprobó ayer el Consejo de Ministros y que introduce al conocido como oro líquido en el privilegiado grupo de alimentos de primera necesidad, como pan, leche o huevos, para los que la aplicación del impuesto de valor añadido no podrá ser nunca superior al 4%.

Esta bajada, que obedece al deseo de minimizar el esfuerzo para hacer frente  a una subida excepcional -según un estudio realizado por Facua, el aceite de oliva a virgen extra se encareció el año pasado en los supermercados un 70%- abaratará levemente el precio y favorece tanto a productores como a compradores.  

Así lo argumenta Elvira Cantabrana, secretaria de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Aceite de La Rioja, que resalta el espaldarazo que supone para un sector de gran representación en nuestro país su reconocimiento como pieza fundamental de la alimentación de los españoles en un momento en el que atraviesa una de las peores crisis de su historia. «Esta medida fiscal es bienvenida», señala Cantabrana, que entiende que beneficia principalmente a los ciudadanos, aunque no esconde su esperanza de que ayude a reactivar el consumo, que se ha reducido en los últimos años.

Sin perjuicio del generalizado descenso, señala que el aceite de La Rioja es «muy competitivo», al presentar una calidad muy elevada con precios similares a otros de peor condición. «En los lineales del supermercado, los precios del aceite de oliva son parecidos a los de aceite de oliva virgen extra [el de La Rioja], de tal manera que quien sigue consumiendo este tipo de aceite opta por los mejores», argumenta, una afirmación que ratifican los datos oficiales, que colocan a los riojanos como principales consumidores de aceite de oliva virgen extra. Reflexiona que la falta de aceite ha impedido que haya reservas,  «todo está vendido», y la demanda supera a la oferta. «En estos momentos, la capacidad de venta es mayor que la de producción», informa la secretaria de la DOPAceite de La Rioja, «que es competitivo y se ha consumido».

¿Va a bajar? Reconoce que el mes pasado el precio experimentó un leve descenso en origen, una rebaja que califica como «ficticia» porque sigue sin haber stock de aceite. «Hay almazaras de La Rioja que no van a poder empalmar una campaña con otra», comenta la representante de la DOP, que concluye que al no existir reservas el precio, de momento, no va a bajar.

Hay que confiar en que la próxima campaña de aceitunas sea generosa y haya aceite a partir de otoño, una previsión que, tal cual transcurre el año climatológico, parece probable porque las cosas «no van mal», aunque hay por delante meses decisivos. No obstante, señala que en Andalucía, que marca los precios, el tiempo ha acompañado, clima que también ha sido propicio en La Rioja tras tres años de estrés hídrico. «La floración ha sido buena y el cuajado también lo es, lo que supone una buena noticia», explica Cantabrana, que informa de que este ritmo se mantendrá con temperaturas que no sean demasiado extremas y precipitaciones.

La responsable de la DOPachaca la reducción de la producción, que en una campaña «normal», la de 2020-21 fue de 3 millones de kilos de oliva;de 2.36 al año siguiente; de 2,46 en 22-23; y de 2,8 millones en la última, al cambio climático. «Si hay una buena cosecha, el precio volverá a bajar, pero nunca se van a alcanzar los de antes porque los cosechones a los que  estábamos acostumbrados no se van a volver repetir», vaticina Cantabrana, que afirma que precios que anteriormente mostraban los lineales, a tres euros/litro de aceite de oliva virgen extra, no eran «justos» para un producto de tal calidad.

4,54 euros el litro. La compra de aceite se redujo un 3,3 % durante el año 2023, un decrecimiento superior al que experimenta el total de la alimentación, aunque los hogares españoles gastaron un 17,5 % más en la compra de este producto que en 2022. 

Así lo explica el Informe Anual del Consumo Alimentario correspondiente a 2023, editado por el Ministerio de Agricultura, que explica que esta diferencia entre la evolución del volumen y del valor se explica por el aumento del precio medio que experimenta este producto durante el año y que se sitúa en 4,54 €/litro, un 21,4 % más alto que el anterior, equivalente a pagar 0,80 € más por litro de producto

Los hogares destinan el 2,58% del presupuesto global en alimentación  a la compra de aceite, una cuota que aumenta en 0,17 puntos porcentuales con respecto al 2022. Este producto representa un 0,5% menos cuota en volumen sobre el total de los productos de alimentación para los hogares españoles que en 2022 (1,72%), lo que significa que han tenido que aumentar el presupuesto destinado a la compra de este producto para adquirir menos cantidad.