La mascarilla no será obligatoria en los diferentes hospitales y centros de salud del Servicio Riojano de Salud (SERIS), como si ocurre en Cataluña, la Comunidad Valencia y Murcia. Así lo transmitió ayer la consejera de Salud, María Martín, quien ha propuesto que esta medida debe ir «de acuerdo a los picos de incidencia que haya en cada momento».
Recordó que la mascarilla se ha mantenido como recomendación desde que se aplicó el decreto el 4 de julio, y así seguirá siendo el uso de mascarillas en centros sanitarios, residencias o cuando alguien tiene síntomas y tiene que estar con personas vulnerables.
Los consejeros de las diferentes comunidades autónomas, indicó, insistieron en un fortalecimiento de la educación. «Debe ser algo que los ciudadanos vayan asumiendo, es decir, el uso de la mascarilla es recomendable cuando alguien tiene síntomas o acude a un centro donde puede haber personas vulnerables», señaló.
Remarcó el hecho de que La Rioja no presenta una incidencia suficiente como para covidizar, es decir, «hacer que parezca que estamos en pandemia de Covid-19 cuando estamos en una gripe como ocurre todos los años». «Es imprescindible trasladar esto a la población», resaltó.
Aseguró que la región no vive una pandemia como la de la Covid-19, ya que «hay que ser consciente de que estos picos de gripe van a suceder siempre». Afirmó que si La Rioja tuviera esos picos que hay en otras comunidades si que se diría que la mascarilla es obligatoria. «Pero por ahora con una recomendación, educación y responsabilidad por parte de la ciudadanía es suficiente. Hay que esperar, tener prudencia y basarse en la evidencia científica», apuntó.
Por su parte, la directora general de Salud, Eva Martínez, informó que los datos de la semana pasada respecto a la incidencia de la infección respiratoria aguda fue de 1.233 casos por cada 100.000 habitantes. «Esta semana todavía está pendiente de consolidarse estos datos pero probablemente haya una estabilización o incluso disminución de las infecciones respiratorias agudas», aseguró.
Otro de los asuntos más problemáticos en los últimos días ha sido la saturación que ha habido en el servicio de urgencias. Indicó que el pico máximo de incidencia de asistencia el lunes pasado fue de 438 pacientes, mientras que el 2 de enero del 2023 hubo 478 asistencias. «No hemos llegado a los límites suficientes como para alarmar a la población», tranquilizó.
En este punto, Martín, al igual que otros consejeros, pidió a la ministra de Sanidad, Mónica García, que evite la palabra 'colapso' porque «el uso de esa palabra lleva a una alarma innecesaria en la población que no es real».