La sonrisa permanente y un discurso moderado no reflejan, a simple vista, ni un ápice de resquemor por pasar del primer sillón municipal a un banco en la oposición. El exalcalde socialista Pablo Hermoso de Mendoza critica con firmeza, eso sí, la gestión de su sucesor, Conrado Escobar (PP), con quien admite tener una relación cordial en lo político y en lo personal. De su etapa anterior como economista en el sector tecnológico se trajo a la política una cierta querencia por la gestión cuasiempresarial y la idea de que el tiempo es oro. Ahora, sin las obligaciones del cargo, puede dedicar más horas a las aficiones, como la cocina. «Anoche preparé una sopa de pescado fantástica, como la hacía mi abuela», certifica.
Hace casi medio año le traspasó la bastón de mando a Conrado Escobar. ¿Cree que la ciudadanía percibe un cambio significativo en Logroño?
No lo sé...Nosotros ofrecimos un modelo de ciudad y por las razones que fuesen, la gente consideró que era momento de cambiar de ciclo. Entre Partido Popular y Partido Socialista representamos el 85 por ciento del voto y vamos dando esa alternancia, que es muy sana para el sistema democrático. Nuestro papel ahora es hacer una oposición constructiva, útil y rigurosa. Pero sí sigo detectando que en la población hay una cierta sensación de que a veces la política no soluciona sus problemas de forma satisfactoria.
Usted alertó de que suprimir el carril bici de Avenida de Portugal, como hizo el PP, ponía en riesgo los fondos europeos. Luego el Ministerio dijo que ampliaría el plazo para ejecutar los proyectos. ¿Está asegurado ese dinero de Europa?
Dependerá de lo que haga el Gobierno municipal. Si la finalidad era hacer una movilidad más sostenible y por tanto ampliar aceras y las zonas peatones e introducir carriles bici y se hace todo lo contrario, eliminando un carril bici, ese riesgo existe. Si ese carril bici se revierte, habrá que devolver el dinero. Nosotros teníamos una voluntad firme de atraer muchos fondos europeos y nos afanamos con los ministerios de Transportes, Comercio, Turismo y Agenda Urbana para realizar obras sin tener que subir los impuestos.
¿Y no ven voluntad en el actual equipo de desarrollar esos proyectos?
Hemos visto ya en el presupuesto de 2024 que el Partido Popular considera que los fondos europeos no van con ellos. No ha presentado nada para obtener nuevos fondos y los que hay están parados, pese a que hay que cumplir unos plazos. El PP dijo que tenía la solución mágica para las Cien Tiendas; recuerdo una entrevista en la que el señor Escobar dijo dos cosas: bajaré los impuestos un 10 por ciento y empezaré en julio o agosto con las obras y arreglaré las Cien Tiendas. Ahora vemos, que hasta 2026 esas obras no se van a realizar. Y los más de dos millones de euros de fondos europeos se dieron para que se acabase toda la obra antes de 2024. En la calle Sagasta desestimaron un proyecto que estaba ya adjudicado y en Duquesa de la Victoria, donde ya había un proyecto de mejora, también la dejan parada.
Luego, ¿ve un riesgo cierto de que Logroño pierda fondos de la UE?
Lo que vemos es que parte de esos fondos europeos están en riesgo por tres razones: porque se hace lo contrario para lo que estaban destinados, como el carril bici de Avenida Portugal; se incumplen todos los plazos; y la tercera es que no existe voluntad de realizar esos proyectos. Hay uno al que el PP dice que sí, que es el de la vieja estación de autobuses, para el que obtuvimos dos millones y medio de euros. A eso les decimos que enhorabuena.
El PSOE dijo que sopesaría iniciar acciones legales por la eliminación del carril bici. ¿Lo han desechado?
No, todavía no. La Unión Europea dice que todos los proyectos deben atajar la emergencia climática, que cualquier ciudadano ve que está ya aquí. Sabemos que un tercio de los gases de efecto invernadero los provoca la movilidad, por lo que las políticas deben propender a salvar esta situación de cambio climático. Y hay ya jurisprudencia que empieza a indicar que determinadas acciones dañan a todos y no son una cuestión ideológica. Los 40 años de consenso democrático en Logroño han sido de ir ampliando aceras, zonas verdes y espacios peatonales; y el señor Escobar es el primer alcalde que ha roto ese consenso echando atrás una legítima actuación del Gobierno anterior, quitando el carril bici y diciendo que miles de personas que defienden ir seguros al colegio o al trabajo en bicicleta son poco menos que grupúsculos que generan una polémica innecesaria.
La remodelación de la calle San Antón quedó pendiente en su mandato. ¿Qué futuro le augura a ese proyecto?
Le dijimos al PP que no era nuestro proyecto y que hicieran lo que tuvieran que hacer, porque tienen ahí dos millones de euros, pero no ha habido respuesta. Se están dando reventones (en las tuberías de agua) en las calles de Logroño y San Antón no se ha arreglado desde hace 70 años.
Ustedes optaron por el modelo de tráfico pacificado, en vez de delimitar zonas de bajas emisiones. ¿Siguen manteniendo ese modelo?
Nuestra idea es seguir calmando el tráfico, porque más allá de la cuestión ambiental está también a la seguridad y sigue habiendo atropellos. Desde ese punto de vista, es necesario seguir actuando para que la propia disposición de las calles, haciéndolas en zigzag, con pasos de cebra elevados, o estrechando el carril, haga que un vehículo tenga que ir más despacio. Nos criticaron por haberlo hecho muy rápido y sin la suficiente explicación y en un contexto de pandemia. ¡Claro!, nos faltaron dos años para que la gente viera que esto es algo satisfactorio, como pasó hace 30 o 40 años en las Cien Tiendas o en Bretón de los Herreros. Lo mismo que ahora el AMPA del colegio Espartero, que dice que después de tantos años entrando y saliendo autobuses por ahí, es el momento de unir la plataforma de la vieja estación y la salida del centro para que los chavales estén seguros y tengan espacio libre. Es de sentido de común y sin embargo oímos al PP decir que hará como en los años 70, meter 80 coches más en un aparcamiento provisional en la antigua estación de autobuses.
Pero delimitar esas zonas es algo que exige la Unión Europea.
Sí, pero nosotros tenemos, de facto, una zona de bajas emisiones, que es el casco viejo. Todo lo que era el Logroño anterior a 1851, que estaba dentro de la muralla, se puede definir como tal. Y para la entrada en el casco antiguo ya hay un control de acceso. Y hay un proyecto de más de dos millones de euros, financiado por Europa, para que las cámaras no tengan solo la función de delimitar las zonas de bajas emisiones para la entrada de vehículos autorizados, sino también para evitar el vandalismo y problemas de inseguridad que se generan sobre todo fines de semana, que es lo que demanda el vecindario. Y ese proyecto tampoco se está poniendo en marcha.
El Ayuntamiento acaba de instar a la empresa Cotodisa a reparar las bocas de riego en las Cien Tiendas, porque están colapsadas. Parece que nada se hizo bien en esa obra.
En esa obra, nada más empezar, Cotodisa abrió todas las calles de aquellas maneras y a partir de ahí dijo: negociemos un modificado. Nosotros le dijimos que tenía seis meses para cumplir el contrato. Las unidades (de técnicos) municipales intentaron reconducirlo para que al menos aquello no pareciera una zona de guerra. Y llegamos a las Navidades con todas las deficiencias del mundo, pero al menos con el pavimento puesto. En una reunión explicamos a comerciantes, vecinos y hosteleros lo que había pasado y que iríamos a un cierre de contrato, para acabar con esto y tener adjudicada en noviembre de 2023 la obra y llevarla a cabo en el último trimestre o primer semestre de 2024 para aprovechar los fondos europeos. De 50 obras que hicimos, esta se torció.
¿Y por qué se le aprobaron certificaciones de obra a la empresa; los técnicos no vieron que no iba bien?
Si llegamos a parar en ese momento, hubieran quedado todas las calles abiertas en canal sine die. ¿Qué hubieran podido vender los comerciantes? Por lo menos la gente puede transitar por esa zona. Nosotros pedimos disculpas y propusimos ese plan. Pero el señor Escobar tuvo el arrojo de decir que solventaría eso en julio y agosto. No se ha hecho nada, las Cien Tiendas se han convertido en la M-30 por el paso de coches y se sigue degradando el adoquinado, porque no hay control de los accesos. Ahora les dicen a los vecinos que ya veremos si se puede acabar la obra en 2025 o 2026. ¿Van a pasar dos años y medio con la zona así y habiendo perdido dos millones y medio de euros?
Con esos plazos, ¿en Cien Tiendas es seguro que se perderán los fondos?
Por supuesto. Esa obra tendría que estar acabada antes de junio de 2024 y no le van a ampliar al Ayuntamiento tres años el plazo. Tendremos que pagar ese dinero con nuestros impuestos.
¿Siente que ese fue el mayor borrón en su etapa de alcalde?
Supongo que la gente no pensará que esto se hizo aposta. Yo he trabajado en el sector de la tecnología y nunca me encontré con una empresa que echa el órdago, deja todo levantado y empieza a presionar. Fíjese si hemos hecho obras en cuatro años y se ha trabajado con una profesionalidad bárbara. Por reconocerlo todo, la misma empresa de las Cien Tiendas está trabajando en el Mercado de San Blas con una calidad excepcional.
Ustedes apostaban por convertir a Logroño en Capital Verde Europea y el actual equipo quiere que sea Capital Europea del Comercio de Proximidad. ¿Qué le parece ese cambio?
Es bueno que Logroño se marque objetivos ambiciosos. Desde ese punto de vista, es algo positivo y ahí no tengo nada que decir. Nosotros consideramos que la Capital Verde Europea nos pone en la tesitura de tener que hacer todo lo que hicimos en gestión de arbolado y zonas verdes y de ahorro energético y movilidad. Si el PP quiere hacerlo a través del comercio, perfecto.
No todo con el actual equipo es borrón y cuenta nueva. Se mantiene el proyecto de centro social en la vieja estación de autobuses. ¿Qué le parece la idea del PP para ese espacio?
Dependerá de cómo se haga. Recuerdo cuando el PP se refería despectivamente a ello como la piscinita de Antoñanzas (concejal del PR). Siempre hemos defendido que ese entorno tenga vocación intergeneracional y social. Hay que regenerar las bajeras para el tejido asociativo. Y en las dársenas proponemos un centro cívico-social, no un aparcamiento provisional;porque hace 18 años, Conrado Escobar, como portavoz municipal con Revuelta, dijo que el aparcamiento del Revellín iba a ser provisional... y ahí sigue. Sí nos parece bien que el vestíbulo se aproveche para actividades.
¿Está satisfecho con la nueva estación de autobuses, más allá de su ausencia en la inauguración, molesto por no haberse reconocido el trabajo de su equipo de Gobierno?
Cuando estaba en la oposición, el PP fue muy duro. Primero nos dijo que íbamos a abrirlo antes de las elecciones por electoralismo y luego que no estábamos trabajando en ello. ¡Pero señores, si nos dejaron ustedes un contenedor vacío con un montón de problemas! Dársenas donde no cabía una silla de ruedas, techos que se caían, problemas de gestión... Sin duda su apertura es un paso gigantesco con respecto a lo que había, pero me pareció una cierta racanería político no reconocer que el anterior equipo de Gobierno tuvo que solucionar muchos problemas en una situación de pandemia.
Ustedes reprochan al PP haber incumplido su promesa de congelación fiscal al subir un 9% la tasa de basuras. ¿Era posible no actualizar esa tasa cuando suben los costes?
Las tasas tienen que cubrir el coste, eso es perfecto y no lo criticamos. Critico que Conrado Escobar dijese que bajaría los impuestos un 10 por ciento, sin ningún rubor. Dijo claramente: 'bajaré un 10 por ciento todos los impuestos y para todos'. Llega el primer presupuesto y baja una centésima el IBI, que son 600.000 euros menos, pero sube un 9 por ciento la tasa de basuras con lo cual nos quedamos igual, e incluso la presión fiscal aumenta porque también suben otras tasas y precios públicos. Y para redoblar la apuesta dice que obtendrán 24 millones por la venta de terrenos; ¡pero si no tenemos; como no vendan el edificio de Moneo!
Imagino que presentarán enmiendas al presupuesto para 2024. ¿En qué línea irán?
Defenderemos que los entornos escolares estén más protegidos. Y hay que desarrollar el carril bici norte sur y el que va por Carmen Medrano y Duques de Nájera a Miguel Delibes. Y que los fondos europeos se utilicen en San Antón, Duquesa de la Victoria, Sagasta y la calle Lardero. También le pediremos al PP 10.000 árboles, 1.000 bancos y 100 pasos de cebra, eso cambia una ciudad.
El Centro de la Cultura del Rioja (CCR) lo ha abierto Conrado Escobar. ¿En qué difiere lo que hay de lo que usted concibió?
Dos de las cosas que anunció el PP son dos gestiones que hicimos nosotros y de las que me siento muy satisfecho. Agradezco mucho a la Fundación Vivanco generar exposiciones que son referentes a nivel internacional y a la Asociación de Sumilleres, por querer en ese espacio con una sumillería de muchísima calidad. Las dos otras gestiones que hicimos, que entrasen empresas de base tecnológica, como Bosonit, o universidades como la UNIR, las torpedeó el PP, con lo cual el CCR está abierto al 20 por ciento. E incorporar ahí al funcionario de cultura y festejos para llenarlo no apunta en la buena dirección. En la estrategia Enópolis teníamos como elemento fundamental que toda la cadena de valor del dato del enoturismo en España se albergase en el CCR. Y casi confío más en el Gobierno de La Rioja que en el Ayuntamiento para que pueda llevarse a cabo.
El proyecto Bosonit no despeja su futuro. ¿Usted le daría ya licencia de obras sin esperar al estudio de impacto patrimonial solicitado por el Ministerio de Cultura?
Lo del Ministerio de Cultura es una cortina de humo. El señor Escobar dijo que ese proyecto laminaba 500 años de historia de Logroño y que prefería tener un skyline con la iglesia de Palacio y San Bernabé y con ese erial...y me temo que así seguirá muchos años. Yo veía con claridad que 250 o 300 jóvenes trabajando en el centro histórico era lo que convertía un casco viejo en un casco joven; y dinamizaba todo un entorno, con Bosonit en el solar que compró, el colegio San Bernabé como vivero de empresas y el antiguo centro de salud Rodríguez Paterna como elemento de dinamización empresarial. Eso, con la regeneración de La Villanueva, generaba a tres minutos del Espolón una tecnópolis que hubiera generado vida residencial y comercial al centro histórico de Logroño. Con el PP en el Gobierno municipal, ese solar seguirá criando malvas. Querrán hacer otra cosa...hasta que la empresa se canse.
¿Teme que Bosonit construya su sede central fuera de Logroño?
Dios no quiera que se vaya a otro sitio, pero podría ocurrir. Que me digan que por dos o tres metros de altura y con un trabajo de Kengo Kuma, en el entorno del Camino de Santiago, con toda la fineza y la sutileza, que sería un referente arquitectónico mundial, se prefiere un Logroño sentimental, en blanco y negro y antiguo...Yo no miro al futuro y me imaginaba a un montón de chavales aquí, en vez de irse a Tokio, a Estados Unidos o a Dubái.
Usted dijo que el acuerdo del PP con la Policía Local, que cuando era alcalde le hizo múltiples desplantes, es pan para hoy y hambre para mañana. ¿Sigue pensando que se rebelarán también contra Escobar?
Siempre he defendido a la Policía Local, pero me opuse a actitudes a veces chantajistas de los sindicatos policiales. Y en este caso le pedí el apoyo al señor Escobar y no me lo dio; dijo que tenía que apechugar porque estaba gobernando. Le respondí que era una cuestión de ciudad, porque lo que me hacían a mí, insultar a un alcalde en un pleno o mofarse en un acto como San Bernabé, podrían hacerselo a él en el futuro y que degrada a la propia institución. Y todo porque consideraban que debían cobrar más por hacer lo mismo. Ahora, el PP les incrementa 300 euros más al mes...vamos a ver lo que dura.