Broche de plata

Gonzalo Ortega
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El Ciudad de Logroño cierra la primera vuelta con siete victorias consecutivas en Asobal y el subcampeonato de la Copa de España

Equipo, cuerpo técnico y directivos del Ciudad de Logroño, ayer en el Ayuntamiento con Conrado Escobar. - Foto: Ingrid.

El entrenador del Ciudad de Logroño, Miguel Velasco, hizo balance en el programa Campeones de La 7 de La Rioja de la primera vuelta del conjunto franjivino, que cerró el primer cuarto de la temporada a un punto del descenso y ha terminado la primera vuelta a un punto... del tercer clasificado. Siete victorias en los últimos siete partidos llevaron al Logroño a los puestos europeos de la Liga Plenitude Asobal y a ganarse el derecho de disputar en Irún l torneo de la discordia: la Copa de España.

«Era muy complicado meternos a esa Copa de España», indicó Velasco, quien subrayó que, una vez lo consiguieron, hicieron «la machada» el sábado al tumbar al Bidasoa Irún 27-28. El propio ténico detalló que la primera mitad estuvo «realmente igualada» y que la segunda parte se les puso «muy complicada» cuando estuvieron tres goles por debajo en el marcador. Sin embargo, no titubeó al afirmar que la clave para remontar fue que el equipo está en muy buena forma y que, además de que los irundarras se pusieran algo nerviosos «por ser anfitriones», ellos nunca le perdieron la cara al partido, de tal manera que en esos minutos finales estuvieron «mucho más acertados».

Ya en la final, contra el FCBarcelona, el bloque franjivino luchó y peleó durante los 60 minutos del partido (pese a perder 31 a 28), aunque Velasco reconociera la pena de verse «siete por debajo al inicio de la segunda parte». También lamentó que no entrara ese balón de Mohamed Aly de portería a portería y que podía haber puesto a los logroñeses a dos goles de distancia a falta de 1:40 para el final «porque no sabemos qué hubiera pasado, ya que el Barcelona no está acostumbrado a finales tan apretados en competición doméstica».

Sin embargo, para el míster del Ciudad de Logroño, lo más importante es el «evidente cambio» en la comparación de los últimos partidos con los del primer tramo de la temporada. «La gente necesita tiempo de adaptación. Éramos muchas caras nuevas, mucha gente joven y no es fácil salir de casa y tener que adaptarte a un entorno completamente nuevo», dijo a la vez que expresó su felicidad por salir de esa dinámica negativa y que la racha positiva haya sido mucho más extendida en el tiempo. Por ello, se alegra también de que «el runrún del Palacio en los partidos igualados y en los que casi se veía que íbamos a caer, se haya convertido en finales con igualdad en los que estábamos seguros de que íbamos a ganar».

Ahora llega el período de vacaciones. «Han sido muchos partidos: 15 de liga, seis de EHF, dos de la Supercopa Ibérica y otros dos de la Copa de España. En general, todos necesitamos estas vacaciones para parar, descansar y recuperarnos. Volveremos al trabajo el 12 de enro para tener tres semanas de pretemporada y volver a tope a la competición que regresa en febrero». Espera un mes sin balonmano, dado que el próximo partido para los franjivinos será el 3 de febrero, en el Palacio, contra Frigoríficos Morrazo.