Corceles sin DNI

G. Basurto
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Ortigosa pide ayuda al Gobierno riojano para retirar de sus montes caballos asilvestrados que diezman los pastos. Ganadería debe decidir su destino. La ley permite su captura y sacrificio

Imagen de una manada de caballos salvajes en un paraje de la provincia de Burgos. - Foto: Luis López Araico

Esto no es el lejano oeste americano, ni siquiera Asturias o Galicia, donde estos animales tienen su propia fiesta (A rapa das bestas), pero en La Rioja hay caballos salvajes. Y lejos de la idílica imagen hollywoodiense de los mustang al galope por las llanuras de Utah o Nevada, la existencia de caballos asilvestrados preocupa y ocupa al Ayuntamiento de Ortigosa de Cameros, que se ha visto obligado a emprender una iniciativa legal, inicialmente para tratar de regularizar los ejemplares sin dueño conocido y, después, ante el infructuoso intento, a pedir ayuda al Gobierno regional para retirarlos del monte. 

«Si los pastos son para los animales que está declarados, que haya otros que no lo están y que sin embargo se comen la hierba es un problema», comenta el alcalde de la localidad camerana, Víctor Martínez. El regidor firmaba el pasado día 15 una resolución municipal por la que se declara a los denominados 'caballos mostrencos' como «animales asilvestrados, a los efectos de su caza mediante procedimientos que no causen dolor, angustia o sufrimiento evitables, sin comprometer la eficacia de las medidas de gestión».

Pese a lo expeditivo del texto, el alcalde ortigosano asegura que lo que se haga finalmente por los caballos que campan libres y sin control por los montes de su municipio está en manos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja. Ni el edil ni en la Consejería han podido precisar a El Día de La Rioja el número de caballos asilvestrados que hay en los montes de Ortigosa. 

Ya el 18 de octubre, el alcalde había firmado otro escrito por el que se daba un plazo de 20 días a los dueños de los animales para que los recogiesen, identificasen y regularizasen, de cara a evitar daños en los pastos y a las explotaciones ganaderas de esta zona del Camero Nuevo. De lo contrario, el Ayuntamiento anunciaba la posibilidad de subastar el ganado o sacrificarlo, como establece la Ley Forestal de La Rioja. El llamamiento no tuvo eco y transcurrido el plazo nadie ha reclamado la propiedad de los caballos. 

¿Serán cazados o sacrificados estos equinos salvajes? Fuentes de la Consejería indican que el Servicio de Ganadería y la Dirección General de Agricultura y Ganadería han solicitado la intervención de la Dirección General de Medio Natural, a la vista de un informe que expone razones de salud pública y sanidad animal,  que aconseja «el control de estos animales y la extracción si se considera necesario».