La Iglesia ingresa 2,1 millones más y bajan las subvenciones

Feli Agustín
-

Recupera músculo y vuelve a las cifras de 2021 gracias al incremento de las aportaciones de los fieles, asignación tributaria y patrimonio, aunque caen por los servicios

Seminario de La Rioja. - Foto: Ingrid

Hace un par de domingos, coincidiendo con la celebración del Día de la Iglesia Diocesana, la de Calahorra, La Calzada-Logroño aprovechó para dar cuenta de la actividad desarrollada en 2023, un ejercicio en los que las finanzas de la iglesia riojana han recobrado el músculo que perdieron el año precedente. En concreto, y según la memoria que se puede consultar en el  portal de transparencia de la web de la Diócesis,  sus ingresos superaron los 11,4 millones de euros, lo que implica a una notable recuperación, de cerca de 2,2 millones, sobre los 9,27 millones de 2022, ejercicio que se mostró especialmente negativo para la Iglesia regional, al experimentar un bajón en la recaudación en una cifra similar a la ganada un año después.

La Iglesia debe agradecer esta sensible mejoría a tres vías, las aportaciones directas de los fieles, la asignación tributaria y los ingresos patrimoniales, partidas que presentan un apreciable incremento, de unos 2,5 millones y medio en conjunto.

Los fieles riojanos fueron el año pasado más espléndidos y echaron  más monedas y billetes al cepillo, con lo que los ingresos en este ámbito -que habían sufrido una sustancial mengua en 2022, en concreto de 1, 2 millones-, recuperaron medio millón, para alcanzar 3,2. El grueso proviene de las colectas en las parroquias, que han mejorado la cuantía en 100.000 euros, hasta los 1,7 millones; y mientras las recogidas para instituciones de la Iglesia y las suscripciones presentan una  leve alza, otros ingresos procedentes de los fieles - como herencias- se incrementan en 400.000 euros, para sumar en total 3,2 millones.

La asignación tributaria, principal fuente de ingresos de la Diócesis con 4 millones de euros, muestra también una alza de 800.000 euros, a pesar del descenso, aunque limitado de la cuantía procedente del 0,7% del IRPF, de 150.000 euros. Esta bajada ha sido compensada con 934.000 euros provenientes de áreas como la capellanía penitenciaria o el capítulo del IVA de las obras,  que no figuraba anteriormente. Los ingresos por patrimonio y otras actividades también han aportado un buen pellizco a las arcas de la Diócesis riojana, que ha ingresado por este capítulo 2,1 millones, 1,1 más que en el ejercicio de 2022, con subidas en los alquileres -170.000 euros-; los financieros, que se ha duplicado -635.000- y, en particular, las actividades económicas, que han gestionado con buena mano, pues les han deparado 1,3 millones frente a los 574.000 del año anterior.

Esta favorable cuenta de resultados se ve lastrada por la rebaja importante de la cuantía procedente de los servicios, -bodas, bautizos o funerales- merma que, entre otros factores, habrá que atribuir al descenso de nacimientos y defunciones en 2023. Por esta partida, los ingresos han ascendido  a 730.000 euros, una mengua de unos 320.000 euros respecto a 2002, ejercicio en el que se había asistido a un crecimiento sobre un 2021 azotado por el covid.  La reducción de los ingresos por servicios acarrea un descenso de otros ingresos corrientes, donde también presentan una minoración los procedentes de instituciones diocesanas, que pasan de 145.000 a 93.000 euros. Este capítulo incluye las cuantías procedentes de subvenciones, que presentan una ligera caída de 17.000 euros, para sumar 523.000, consolidando una tendencia bajista desde hace varios años.

Gastos. Al igual que los ingresos,  la Diócesis riojana ha aumentado sus gastos, ámbito en el que presenta una variación sustancial en su destino respecto a 2022. 

Según la memoria del último ejercicio, más de la mitad la cuantía desembolsada, 6,1 millones de euros, se han dirigido a cubrir las necesidades de funcionamiento y los gastos de conservación de los edificios, unas obligaciones que se han multiplicando casi por siete en un ejercicio, habida  cuenta que en el año 2022 esa partida no llegó al millón de euros.

Inversamente proporcional a este incremento, se presenta el notable descenso de la cuantía para las acciones pastorales y asistenciales, que fueron 5,2 millones en 2022 y se redujeron a 1,7 millones el pasado año. Esta merma hay que achacársela a las actividades asistenciales, que requirieron en  1,1 millones en 2023, frente a los 4,8 millones del ejercicio previo, una exigencia, sin duda, provocada por el covid, que seguía haciendo estragos en 2021. Las actividades pastorales, por contra,  han necesitado unos 40.000 euros más, para llegar a los 200.000. Además de la partida destinada a los sueldos, 2,7 millones, la Iglesia riojana requirió 30.000 euros para cubrir gastos extraordinarios -20.000 un año antes- y contó con una capacidad financiera también mayor que en el ejercicio de 2022:fueron 861.000 euros frente a los 711.000 del ejercicio previo.