Un gol de Vinícius Júnior frente al Leipzig permitió al Real Madrid clasificarse para los cuartos de final de la Liga de Campeones el pasado miércoles, tras un «mal partido», como reconoció el propio Carlo Ancelotti, en el que el brasileño protagonizó, de nuevo, la polémica, al empujar a Willi Orban en una acción sin balón que el colegiado sancionó con amarilla.

Pidieron más castigo los futbolistas del combinado alemán durante y después del enfrentamiento, así como el propio club con un mensaje irónico en sus redes sociales tras la acción. «Vinícius Júnior agarra de forma antideportiva a Willi Orban por el cuello con ambas manos. El árbitro solo sanciona esto con tarjeta amarilla... Interesante», escribió la entidad germana.

El rifirrafe, en el minuto 54, pudo marcar el encuentro en caso de que el colegiado italiano Davide Massa hubiese sacado tarjeta roja al atacante del combinado de Chamartín.

El brasileño, pocos minutos después de que el trencilla le señalase una falta que protestó el '7' merengue, golpeó por detrás a Orban en el centro del campo. Ya con el balón lejos de las botas del central del Leipzig, Vinícius le recriminó su caída y, al levantarse, se encararon por un breve instante antes de que el extremo del cuadro local le empujara, colocando sus manos en el cuello del central húngaro, que se tiró varios minutos en el césped.

Un empujón por el que los futbolistas alemanes pidieron la roja para el jugador del cuadro blanco, pero que se quedó en amarilla y, 11 minutos más tarde, fue el sudamericano el que puso el 1-0 en el marcador tras un contragolpe en el que culminó una magistral conducción de Jude Bellingham desde campo propio.

De nuevo, Vinícius fue fundamental. Tras su doblete en Valencia, en un partido lleno de tensión por los incidentes racistas de la pasada temporada, que le sirvió al Real Madrid para empatar un 2-0 en contra, su tanto frente al Leipzig permitió la clasificación del conjunto merengue para cuartos de final de la Champions, haciendo bueno el 0-1 de la ida con el 1-1 de la vuelta en el Santiago Bernabéu.

Una eliminatoria en la que, en palabras del técnico visitante Marco Rose, el conjunto germano «mereció algo más», pero se fue de vacío. Y, en zona mixta tras el enfrentamiento, los jugadores teutones apuntaron a la acción de Vinícius con Orban como merecedora de expulsión. «Para Orban, la acción es roja. Podemos hablar mucho ahora, pero no nos va a ayudar. Estamos fuera de la Liga de Campeones y hay que felicitar al Real Madrid, pero también hay muchos jugadores del Real Madrid que nos han reconocido que tuvieron mucha suerte», comentó David Raum.

«A pesar de recibir la tarjeta amarilla, tendría que haber sido expulsado por algunas entradas que hizo antes. El árbitro nos hablaba un poco diferente a nosotros que a los jugadores del Real Madrid. No sé por qué, nosotros también somos tipos agradables y divertidos», añadió.

Doble rasero

Por su parte, el lateral derecho del bloque visitante Benjamin Henrichs fue más contundente en sus declaraciones después de que su equipo fuera eliminado de la máxima competición continental de clubes.

«Hemos visto las imágenes en el vestuario y está claro que es tarjeta roja. No hay que mentir. Si es al revés y es uno de nosotros el que empuja a un jugador del Real Madrid y cae al suelo, seguro que sería tarjeta roja. Es mala suerte también que Vinícius marcara el gol después», aseguró.

Una acción polémica que, desde el otro lado, para Carlo Ancelotti, no lo fue tanto, a la vez que quiso ensalzar el nivel mostrado por el extremo brasileño. «He visto la jugada del gol, que fue espectacular. Luego, en ese choque, creo que le ha empujado un poco fuerte y no me parecía roja», declaró el técnico italiano.

Y es que el brasileño volvió a ser diferencial para su equipo. En la Liga de Campeones suma tres goles y tres asistencias en cinco partidos, pero afrontará los cuartos de final advertido de sanción, tras ver dos amarillas en la eliminatoria contra el Leipzig.

La primera, en la ida, por molestar en un saque de esquina en los últimos minutos y hacer caso omiso a las advertencias del colegiado. Y la segunda, en la vuelta, por el empujón que le dio a Orban y que volvió a mostrar la otra cara de Vinícius.