El ministerio fiscal expresó en la mañana de ayer en su calificación jurídica que el asesino confeso de Salwa incurre en un delito de asesinato con los agravantes de género y parentesco. Además, imputa otros dos delitos de asesinato en grado de tentativa relativos a la intención del asesino confeso de la mujer de origen sirio de ahogar a sus dos hijas tras golpear y acuchillar a su esposa.
El Juzgado de Violencia contra la Mujer acogió en la mañana de ayer la sesión para la imputación de delitos, en presencia del aún investigado, y que supone el inicio de la cuenta atrás para el juicio con jurado que determinará la responsabilidad del entonces esposo de Salwa.
La acusación particular y popular esgrimen los mismos delitos y agravantes si bien, en lugar de dos asesinatos en grado de tentativa, incorpora a su calificación jurídica tres, incluyendo así al hijo pequeño del matrimonio que logró zafarse de las intenciones de su progenitor, lanzar la voz de alarma y evitar así un desenlace, si cabe, de perores consecuencias. El propio investigado aludió a que «hoy (por el día de los hechos) quería que muriera toda la familia». También consideran las acusaciones que concurre otro delito de maltrato habitual sobre su esposa ya que a pesar de que no existían denuncias previas, el investigado la maltrataba de forma habitual, tal y como mantiene la acusación. De hecho, según fuentes consultadas por El Día de La Rioja próximas a la investigación, el exesposo castigaba habitualmente a su mujer. De la misma forma, y con el objetivo de corroborar el maltrato habitual, la acusación ha solicitado como diligencia complementaria el historial clínico de Salwa y de sus tres hijos.
En la sesión celebrada ayer en el Juzgado de Violencia contra la Mujer no se expusieron las solicitudes de condena si bien, la confluencia de los delitos reseñados podrían ser asemejables a la prisión permanente revisable.
¿Eximente de trastorno? Por su parte, el abogado de la defensa considera que concurre el atenuante muy cualificado de trastorno psiquiátrico debido a los años que el investigado se vio inmerso en el conflicto bélico de Siria donde según el primer informe psicológico, el investigado declaró que había sido torturado. La defensa, en este sentido, solicitó ayer una contrapericial con el objetivo de avalar este hecho e incluso ha pedido informe del servicio psicológico de la cárcel donde permanece.
La defensa ha mantenido en todo momento en que el asesino confeso escuchaba ruidos en su cabeza y que en el momento del asesinato vio a terroristas del Daesh en su mujer.
Los hechos ocurrieron el 8 de julio de 2023 en un primer piso de Martínez Flamarique. Tras asesinar a golpes y mediante dos cuchilladas a su esposa, el investigado acudió a la biblioteca Rafael Azcona donde sus tres hijos asistían a una actividad infantil. Tras salir del centro, los subió en un autobús y los trasladó hasta el Ebro, a la altura del Cuarto Puente y a través del camino de La Harinera donde se encuentran las instalaciones de la Isla. Allí intentó ahogarse junto a sus tres hijos. El más pequeño de ellos logró huir y alertar a los vecinos de la zona evitando de esta forma que el entonces marido de Salwa materializara sus planes. Al llegar los agentes y controlar la situación, confesó que había matado a su mujer en el domicilio familiar.