La psicóloga de la Asociación Riojana de Jugadores de Azar en La Rioja (ARJA) Inma Alcaide, indica que una de las claves para ayudar a estos menores es «trabajar mucho con las familias y concienciarles de la importancia que tiene este tema».
Las familias, aconseja, tienen que conocer la realidad de los videojuegos, ya que «no son algo negativo ni perjudicial pero si hay que ver como se relacionan sus hijos con los videojuego».
Ademas, denuncia que ahora se ha creado un nuevo concepto denominado como las cajas de botín o de recompensas, que son como juegos de azar dentro de los videojuegos. «Esto genera mucha más adicción y más dependencia», asegura. De hecho, hay países como Bélgica en el que este tipo de juegos están prohibidos.
Por todo esto, la psicóloga apunta que las familias tienen que estar concienciadas, jugar con ellos y a partir de ahí, «los profesionales tenemos el objetivo de hacer talleres educativos de prevención».
Este año, recuerda, hemos dado ocho charlas en dos colegios pero «la idea es ampliar esto mucho más». Cuenta que la asociación organiza estas charlas a demanda de las propias escuelas pero «nosotros queremos hacerlo en todos los centros educativos de La Rioja. La prevención es uno de nuestros objetivos principales», recalca.
Alcaide detalla que los profesionales explican que el juego a nivel lúdico es «algo positivo que puede favorecer muchos aspectos», a la vez que «se les dice cuando el juego empieza a ser abusivo y patológico». También se les indica como identificar cuando alguien tiene este problema o se les cuenta que uno de los factores de esta adicción es la irritabilidad. En definitiva, señala que estas charlas sirven para enseñarles «la otra cara de este asunto, ya que las consecuencias pueden ser muy perjudiciales».
Horas. Por otro lado, Alcaide explica que no hay un número de horas recomendable a la hora de jugar a videojuegos sino que «se trata de tener el control».
Se entiende que los fines de semana podrán ampliar un poco el número de horas pero «siempre que puedan parar en un determinado momento para quedar con sus amigos o estudiar, es decir, que no les limite en el resto de actividades». Reconoce que en ciertos videojuegos en los que la partida sigue cuando uno no está presente es más difícil, ya que «generan enganche». «Hay que encontrar un equilibrio con el resto de actividades», concluye.