Las opiniones son dispares. Y el debate está servido en el café de esta mañana. Habrá aficionados a los que el punto que consiguió ayer la Unión Deportiva Logroñés en su visita al Ciudad de Tudela contra el Tudelano le parecerá escaso porque, durante muchos minutos, el grupo de Diego Martínez fue superior a su rival en la tarde de ayer. Habrá un segundo grupo que opine que fue un punto bueno, en una plaza difícil y más todavía vistas las circunstancias, dado que se consiguió al neutralizar la distancia inicial que había conseguido el Tudelano golpeando primero.
La realidad es que quien ganó ayer fue el Bilbao Athletic. El filial rojiblanco no falló en el viaje a La Planilla, superó al Calahorra y aprovechó el pinchazo surgido del enfrentamiento directo entre dos de sus perseguidores. El Tudelano seguirá segundo, con 25 puntos, a seis de lo más alto. Y la UDL, quinta, con 22, a nueve. La distancia hasta la cima se amplia ante un rival 'que ya fallará', o al menos, eso dicen, pero que en realidad se ha mantenido prácticamente intratable una vez concluido el primer tercio del campeonato.
La UDLfue mejor a lo largo de la primera mitad en líneas generales. Pese a la ausencia de goles, ambos equipos eran conocedores de cómo de importante era recolectar el botín de tres puntos, ya no por el premio en sí mismo, sino por no permitirle sumar a su rival. Madrazo tuvo en sus botas la oportunidad de inaugurar el marcador, pero su disparo a centro de Enzo se marchó por arriba. Se llegó al descanso con el mismo marcador del inicio, que poco iba a durar tras la reanudación.
Dos minutos se habían disputado cuando Mikel Santamaría recogió el rechace de un cabezazo de Joel Ramírez y anotó el único gol de los locales. Le costó a la UDLrecomponerse, pero en el ecuador del segundo acto, Facchin fue derribado en el área e Iñaki transformó el penalti que significó el empate.
Desde ahí, ambos conjuntos pudieron llevarse la victoria, como la jugada de Madrazo en la que dejó a Arias de tacón pero este segundo no llegó, o las dos acciones en las que Kike Royo evitó el segundo gol de los blancos, para que todo terminara en tablas.
Siguen pendientes, así, las dos asignaturas que esta temporada le faltan por aprobar a la UDLogroñés: los partidos como visitante y los choques contra rivales directos.