En mayo de 2021, la directiva de la Sociedad Deportiva Logroñés asumió en un mar de dudas el relevo de Albert Aguilà, técnico del ascenso a Primera RFEF. Los blanquirrojos apostaron por Raúl Llona, preparador que ya conocía el club aunque su nombramiento no suscitaba unanimidad. Sin saberlo, se inauguraba la etapa más brillante de una entidad que cumple ahora catorce años.
Prácticamente 25 meses después, la directiva logroñesa se sitúa a la orilla de otro Rubicón. La marcha de Miguel Chocarro, director deportivo, fue ocupada por Juanma Barroso (San Sebastián de los Reyes, 1978) y hoy se anunciará el relevo de Raúl Llona, nuevo técnico de la Cultural.
La entidad abre una vía inexplorada: por vez primera tendrá un técnico no vinculado a La Rioja. Se trata de Jordi Fabregat (Tortosa, 1961). No es un recién llegado al fútbol. De corto, militó en el Tarrasa, Hércules, Xerez, Córdoba y Yeclano (en Primera, Segunda y 2ªB). Como entrenador, su currículo es más modesto, y se estrenará en Primera RFEF aunque en 2ªB ya dirigió al Portuense, Conquense, Jumilla y Guijuelo. También ha dirigido al Tortosa, Mar Menor, Amposta, Rapitenca y Arandina. En el extranjero ha entrenado en la modesta liga andorrana (Ordino) y en la uzbeka (Surkhon Termez).
Con su incorporación (el tarraconense llegará a Logroño acompañado por un segundo y un preparador físico mientras que regresará como entrenador de porteros el joven Edgar Jiménez, que ya estuvo en una etapa anterior) la entidad explora un nuevo camino aunque Jordi Fabregat es de la absoluta confianza del director deportivo madrileño, que ha coincidido con él en varios proyectos.
Cambia el inquilino del banquillo pero no la propuesta blanquirroja. El equipo de Fabregat jugará a lo mismo que el de Raúl Llona (o al menos lo intentará): equipo protagonista con el balón, con personalidad, que no espere y que se caracterice por un fútbol propositivo.
Director deportivo y entrenador trabajan desde hace días en la composición de la primera plantilla. Como en las dos temporadas anteriores, el objetivo es lograr jugadores con hambre, que lleguen a Logroño con ganas de seguir progresando, conscientes de que, económicamente, la entidad se encuentra entre las más modestas de la categoría.
Una vez cerrada la composición del cuerpo técnico, la directiva comenzará a planificar la renovación de futbolistas en una plantilla que, por el momento, cuenta con dos jugadores con contrato en vigor para la 23-24: Manny Rodríguez y Gonzalo Serrano.
Aunque son muchos los jugadores que han aprovechado su paso por la entidad riojana para revalorizarse, desde la directiva se confía en poder retener a varios de ellos. El club, tras la incertidumbre generada por la marcha de Llona y Chocarro, entra en la cuarta semana de junio con los deberes hechos.