Ayer los estudiantes riojanos respiraban tranquilos y liberaban finalmente todo resto de nervios en el último examen con el que pusieron punto y final a la EBAU 2024.  

En los tres días de exámenes, por las aulas de la Universidad de La Rioja han pasado un total de 1540 alumnos, de los que 1434 se han matriculado en los exámenes de las asignaturas obligatorias; mientras que los 106 restantes tan solo se han examinado de las asignaturas optativas para subir nota.

De los matriculados para la prueba de las asignaturas troncales comunes a todos los bachilleratos, al examen de Lengua y Literatura no se han presentado 4 alumnos, otros 4 tampoco lo han hecho al de Inglés; 5 no lo han hecho al de Historia de España, de los 761 matriculados en esta asignatura -la cual se ofrecía a elegir con filosofía-; y 13 tampoco se han presentado a Historia de la Filosofía, de los 728 estudiantes matriculados.

Precisamente la elección entre las dos historias era una de las novedades de esta EBAU, así como el hecho de que es esta prueba es la primera que se corresponde con los alumnos que han finalizado el currículo LOMLOE.

En cuanto a las incidencias, el viceconsejero de Educación, Universidades y Formación Profesional, Miguel Ángel Fernández, indica que las más reseñables han consistido en el olvido de algunos DNIs y etiquetas de identificación por parte de los estudiantes, confusión a la hora de encontrar el aula, y errores de enunciados en los exámenes de Inglés y Matemáticas, los que, informa, «se resolvieron rápido y sin contraindicaciones».

¿Qué ha pasado con matemáticas?. «Todos los años suceden este tipo de cosas, siempre hay algún examen que se percibe como de mayor dificultad», expresa el viceconsejero. 

El martes tuvo lugar la prueba de la asignatura Matemáticas II, que ya se consolida como la más 'polémica' ante la cantidad generalizada de alumnos que expresaron no haber estudiado en clase algunos de los contenidos que se incluyeron en esta prueba.

El profesor corrector, Alberto Escalante, fue uno de los vigilantes durante este examen de Matemáticas, durante el que reconoce haber sido testigo de la sorpresa de los estudiantes durante la prueba, «se veía los nervios de los estudiantes» asegura, así como que fue un examen que, «se vivió con muchos nervios, dudas continuas, cambio del enunciados...».

El viceconsejero asegura que el examen presentado a los alumnos, «el examen respeta todos los criterios de las distintas reuniones mantenidas entre los responsables de los centros y el coordinador de materias», recalcando que los contenidos «se ajustan al programa de la asignatura, y se respeta la posibilidad de elegir las cinco preguntas».

Asimismo, plantea la posibilidad de que la dificultad excesiva criticada por los estudiantes haya sido «una percepción», indicando que se comprobará cuando salga la resolución de las calificaciones, «veremos si realmente ha sido más difícil en las notas medias, en si suben o bajan».

Finalizada la EBAU, los profesores correctores se preparan para el periodo de corrección para la resolución final de las notas medias el viernes 14 de junio.

Escalante, quién ya se ha puesto manos a la obra, indica que el balance, de momento, es positivo, aunque la mayor parte de los errores están relacionados con la ortografia, «es lo que más está restando las calificaciones», y aunque, indica, «no se puede suspender por la ortografia», sí que se puede «bajar la nota», y destaca la importancia de cuidar este aspecto a lo largo de todos los cursos académicos.