Agricultores y viticultores
David Bastida Caro
Por definición un agricultor es un 'ser' que intenta sacar adelante un cultivo hortícola, frutícola e incluso vitícola. Con calidad aceptada y un coste lo más bajo posible para de esta forma maximizar la rentabilidad. Sin embargo un viticultor es un agricultor cuya máxima es obtener uva de calidad para producir vinos de la más alta calidad. Sin duda debe haber una rentabilidad, pero el objetivo final es la calidad del vino obtenido. Esto parece ser una perogrullada, pero en este caso guarda un profundo significado que resume muy mucho la situación actual del sector.
En un momento dado de nuestra historia vitícola y enológica actual, el viticultor (riojano, alavés o navarro) poco se llevan. Pasó de ser viticultor a agricultor. Y no lo hizo por despecho, ni por arrogancia, ni tan siquiera por egoísmo. Lo hizo porque la rentabilidad medida en la calidad del vino obtenido pasó a ser una rentabilidad medida en los kilos de uva obtenidos de calidad media correcta. Y uva correcta paga vinos correctos, es decir, vinos con una relación precio calidad correcta. Y esto que creímos que nos hizo (y nos hizo) grandes en un momento dado, es nuestro cáncer, es lo que nos está matando. El problema es que por el camino olvidamos nuestra esencia y nos dejamos perder en un mundo de valor de los derechos, cooperativas que liquidaban sólo a veces y bodegas que han explotado hasta la extenuación la fatídica relación calidad precio.
El mercado manda y vemos que las fórmulas de antaño ya no sirven. Se consume menos, mucho menos en litros y vinos diferentes a los que habitualmente producimos. Por lo que debemos amoldar nuestras estructuras a la nueva situación produciendo vitícolamente y no agrícolamente. En definitiva producir menos, de más calidad y en consonancia con los gustos de los bebedores que vienen.
Todo esto implica llegar al punto final, al punto quirúrgico. Sí, sobra viña. Viña mala que produce vino malo (mediocre) que conviene pensar en arrancar (...un saludo Íñigo). Soluciones quirúrgicas que deben ir, además, acompañadas de otras como vendimia en verde, injerto de tinto a blanco, etc.