Un sistema arcaico, desidia por parte de algún funcionario, sobrecarga de trabajo o una nula coordinación entre departamentos. Son algunos de los motivos que podrían justificar el retraso de los plazos, en aumento, de las licencias de obra y de las de primera ocupación. O quizá sea una confluencia de todas ellas. Constructores y arquitectos peregrinan prácticamente a diario con la mirada puesta en las diferentes administraciones públicas pero fundamentalmente en un Ayuntamiento de Logroño cuya concesión de licencias acumula unas demoras temporales que «se van a tres meses» en el mejor de los casos pero que pueden llegar e incluso superar en determinados proyectos, los nueve.

Y evidentemente todo tiene un coste. La Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR) vinculada a la Federación de Empresas de La Rioja (FER) calcula que un retraso en la resolución de licencia de primera ocupación de 45 días (que visto lo visto se enmarca dentro de lo razonable) deriva un sobre coste de 1.200 euros para un piso medio de 200.000 euros, con unos intereses del 5%. Dicho de otra forma, constituye un sobrecoste de 27 euros al día. «Un dinero que además va directamente a los bancos», señala Juan Ramón Liébana, secretario general de CPAR. Un montante económico extra que, en gran medida, se cae del bolsillo del comprador, además de que «no puede entrar a vivir a su casa». 

Choca aún más la situación si se tiene en cuenta que hace años, cuando en La Rioja se construían alrededor de 1.800 viviendas al año, «los plazos de concesión de licencias se movían entre los quince y los veinte días. Ahora -apostilla Liébana- se construyen entre trescientas y cuatrocientas viviendas al año con licencias que llegan a cerca de tres meses».

Nadie se aventura a señalar a los culpables pero desde el COAR tienen claro que no se trata solo de una cuestión de «color político». Esta situación, aunque acentúa los plazos a medida que pasa el tiempo, «se daba en el Ayuntamiento de Logroño la pasada legislatura (con el socialista Pablo Hermoso de Mendoza al frente del Consistorio) y en la actual (con Conrado Escobar». Es una reivindicación en la que CPAR y Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja caminan de la mano. Y ambas entidades señalan, entre otros motivos, a un sistema poco ágil en el que se dan duplicidades y en el que existe una nula comunicación entre departamentos. 

El boom de los edificios dedicados a apartamentos turísticos padece en carne propia, por ejemplo, este retraso administrativo. En este tipo de actuaciones, además de urbanismo tiene que «mirar el proyecto el área municipal, la de actividad», apunta David Pérez, secretario técnico de los arquitectos riojanos.

Todo ello teniendo en cuenta que no existan discrepancias con la documentación entregada en las oficinas municipales de Logroño. «Si está mal, dígalo (en referencia a técnicos municipales)».

y a nivel particular... Es, en definitiva, la postura oficial de CPAR y COAR pero consultando con profesionales sin cargo oficial, «la desesperación» de constructores y arquitectos es una constante. Continuos peregrinajes al Consistorio logroñés para tratar «con la desidia de los técnicos» que «no son conscientes de los problemas que generan estos retrasos». 

El Ayuntamiento sigue sin responder a las propuestas de colaboración

Hace ya años que el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja (COAR) y la Asociación de Empresas de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR) plantearon al Ayuntamiento logroñés la opción de erigirse en Entidades Colaboradoras de la Administración local con el objetivo de agilizar la concesión de licencias. Nadie respondió en la época de Pablo Hermoso de Mendoza y nadie ha respondido en la época de Conrado Escobar.  

También se ha quedado sin respuesta municipal El Día de La Rioja, desde donde se expresó el deseo de conocer la postura municipal sobre los plazos, en aumento, de la concesión de licencias y sobre la posibilidad de integrar a constructores y arquitectos como socios en este sentido. 

Desde el COAR, se ha puesto a disposición del Consistorio un convenio para el la supervisión y visado de expedientes e informes de idoneidad «con el objetivo de agilizar el proceso, pero parece que no ha recibido el visto bueno municipal. Seguimos esperando», apostilla David Pérez, secretario de los arquitectos riojanos.

También pusieron a su disposición su herramienta para la descarga de documentación. Y nada. Sin respuesta antes y sin respuesta ahora.

En el caso de los promotores, «la repercusión económico es brutal», señala David Pérez, además de que «va en contra de los propósitos políticos de construir vivienda a precio asequible», prosiguen desde CPAR. 

En el 2019 previo a las restricciones de movilidad generadas por la pandemia, la Asociación de Empresas de la Construcción asociada a la patronal riojana, ya se planteó recurrir a los tribunales de Justicia contra el Ayuntamiento pero con la diana puesta en «la desidia funcionarial». Un palo al sistema de funcionarios y al funcionamiento general de la administración local que tiene su repercusión económica en la actividad privada. 

Villena pagará 14.000 euros a un promotor por la demora de licencia

Constructores y arquitectos están hartos, cansados y desesperados. Tal es así que en algunos puntos de la geografía española ya hay sentencias contra ayuntamientos y a favor de promotores. El Consistorio de Villena abonará 14.000 euros a un promotor particular por el retraso en la concesión de licencia de construcción. Un Juzgado de Alicante entiende que la demora supuso un sobrecoste para el promotor ante la subida del precio de los materiales y la mano de obra a causa de la inflación. El Consistorio tardó 16 meses en conceder el permiso cuando establece que no debería superar los dos meses.