«Necesitamos equilibrar los estudiantes de FP y de universidad, porque tenemos muchos trabajadores sobrecualificados, con los problemas de frustración que en muchos casos acarrea, algo que no sucede en la FP, con alta empleabilidad y salarios dignos, acordes a la formación recibida». Con este objetivo, la Formación Profesional riojana ofrecerá el curso próximo alrededor de mil plazas más, hasta las 10.000, incluyendo la FP a distancia, y 18 ciclos nuevos, de los que seis se ofrecen por primera vez en La Rioja.
Así lo relata el director general, Daniel Marín, que informa de que las líneas maestras de su gestión se han asentado en que los centros que imparten FP se especialicen en una o varias familias profesionales en vez de contar con una oferta diversa y dispersa, sin que el alumnos disponga del itinerario completo.
«Es necesario que la oferta sea clara, precisa y, que a ser posible, ofrezca los tres grados, básico, medio y superior, porque se producen muchas sinergias en ámbitos como el alumnado, los profesores o talleres», destaca Daniel Marín.
Hay otro segundo aspecto que considera nuclear para responder a la exigencia del mercado laboral y es ofrecer una FP «ágil y flexible». Por ello, señala, será necesario eliminar ciclos que no funcionan, «que no tienen salida profesional o no captan la atención del alumnado».
Al respecto, cita el ejemplo del D'Elhuyar, con una oferta poco específica y, en connivencia con la dirección del centro, «que es fundamental», ha acordado dejar de impartir electrónica y electricidad y se ha reforzado su actual grado medio de confección. «Se ha completado con uno básico de tapicería y cortinaje y uno superior de patronaje y moda, del tal manera que se unificará toda la familia profesional en un solo centro, lo que permitirá también captar alumnos de Bachillerato o la ESDIR», explica.
Además de estos dos, serán 16 más -dos de grado básico, tres de grado medio, seis de grado superior y seis de especialización- los que se estrenarán el curso que viene. De ellos, seis debutan en La Rioja, tapicería y patronaje, que no se imparte en los alrededores para el que «el profesor va a tener que venir de Málaga» y moda; eficiencia energética y solar térmica en Nájera; ciberseguridad y desarrollo de videojuegos en el IESComercio, para completar el de Animación en el Sagasta; y robótica en el Gonzalo de Berceo, también en Logroño.
Además del de electrónica en el D'Elhuyar o el de madera en Nájera, avanza que todos aquellos ciclos que no reúnan número de suficiente de alumnos -alrededor de 15 como mínimo- , se dejarán de impartir teniendo en cuenta también lo que demanda el mercado laboral, cifra que aún se desconoce en espera del periodo de matriculación.
Toda la FP, dual. Pero la gran novedad del próximo curso se fundamenta en que toda la FP se dualiza, lo que implica que, en principio, las prácticas se realizarán desde el primer curso. Ahora bien, la decisión que se ha adoptado en La Rioja las demora al segundo curso en FP Básica, que serán en los dos cursos en grado medio -a discreción del profesorado el primer año- y superior. La actual FP Dual, con una empleabilidad «del 100% y que siguen el 6% de los alumnos, se impartirán en diez centros, y pasa a llamarse intensiva, con mayor volumen de horas de práctica.
El director de FP reconoce los trastornos que se produjeron a comienzo de curso con la ausencia de profesorado, que se repitió en varias familias y centros -una carencia general en todo el país-, un asunto que intentará evitar el próximo septiembre. «Estamos trabajando para conseguir profesores a tiempo, algo que está resultando muy complejo», confiesa Marín, que aspira a acercar la orientación educativa a la laboral, «dos mundos diferentes con un objetivo común».
La Dirección de F Ptrabaja en la «reevaluación y redifinición» de los futuros centros integrados de La Laboral, que espera que pueda ser licitado de inmediato, y Calahorra, cuya solución se antoja más complicada. El primero acogerá familias industriales que se imparten en el Cosme García y algunas de la actual Laboral, y el de Rioja Baja, los que ofrece el Cidacos.
«Nos gustaría empezar a trabajar y a la vez estudiar el grado superior»
En 2030, el 25% de los empleos que se generen serán para personas que obtengan titulaciones en Formación Profesional. Este, entre otros, ha sido uno de los motivos que ha empujado a Rakel M.Molina y Hugo Calleja, alumnos de cuarto de ESOde Los Boscos, a adentrarse el curso que viene en sendos ciclos de grado medio, aunque de cariz bien diferente.
Rakel lleva soñando «desde que era niña» con estudiar una materia profesional vinculada con el vino y espera el 24 de junio para poderse inscribir en la FP de Vino y Aceites, una materia que, relata, conoció a través de amigos. «He nacido en La Rioja y me gusta el proceso del vino», cuenta esta estudiante, cuyo abuelo y otros familiares han cultivado viñas.
Conocedora del proceso de vendimia desde la infancia, su ilusión es trabajar en una bodega, o bien elaborando el vino o bien guiando a los visitantes por los vericuetos que dibujan las barricas. «Lo iré descubriendo», cuenta Rakel, que ya se ha informado de las perspectivas laborales de esta formación, en la que se muestra convencida de encontrar trabajo con premura.
Expectante por empezar la formación, «me gusta mucho, lo pienso casi todos los días, tengo muchas ganas», su intención es realizar el itinerario completo -grado medio y superior-, deseo en el que coincide su compañero, Hugo Calleja, que apuesta por instalaciones eléctricas y automatización.
«De niño iba a clases de robótica y me gusta», cuenta este chaval que, aunque conoce el nuevo ciclo de creación de videojuegos, señala que no tiene demasiado interés en la programación. Sin relación familiar con la electricidad, Hugo reconoce que la elección de FP sobre el Bachillerato se fundamenta en que le ofrece la posibilidad de adentrarse en el mercado laboral en menor tiempo y lograr mayor independencia y «poder ahorrar». De hecho, su intención es buscar trabajo en cuanto concluya el grado medio para compaginarlo con el superior, aspecto en el que coincide Rakel, en cuya elección ha primado su voluntad de estudiar lo que le gusta y a lo que quiere dedicarse.
«Quiero seguir estudiando para crecer en los conocimientos y en los títulos, pero espero también comenzar a trabajar», señala esta chica que confiesa que, aunque de niña también le gustaba la cocina, le ha tirado «el corazón de la tierra» y se ha decantado por el vino.