Reacciones variopintas

Gonzalo Ortega
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El derbi, que terminó sin goles, dejó sentimientos diferentes en los banquillos para Miguel Flaño y Carlos Pouso

Uri, al igual que Kike Royo, protagonistas por sus intervenciones durante el partido. - Foto: Óscar Solorzano.

La undécima edición del derbi capitalino se saldó en empate. Los dos equipos se anularon mutuamente y no consiguieron superar al equipo vecino, con el consecuente reparto de puntos que a nadie deja satisfecho y del que se lucra un Arenas de Getxo que se reafirma en lo más alto de la clasificación, con su octava victoria consecutiva.

En la sala del prensa del municipal logroñés, minutos después de la conclusión del partido y con las pulsaciones todavía rebajándose, los entrenadores de UD Logroñés y SD Logroñés ofrecieron sus primeras conclusiones sobre un duelo donde imperó el respeto y la igualdad, incluso en las jugadas polémicas, con una para cada equipo.

Miguel Flaño, el primero en sacar conclusiones, espetó que el empate no le dejaba buenas sensaciones. «Solo un punto de tres... Creo que en el propio partido con un poco más de pegada ofensiva se podía haber decantado hacia esa victoria, pero lo que es lo tienes que valorar como lo que es. Es una situación neutra aunque nos cueste asimilarlo», completó el navarro.

Para él, en la primera mitad fue su equipo quien llevó el peso del partido «y las ocasiones han sido nuestras». «Pero en la segunda parte, no he tenido la sensación de que estuviésemos mal, pero tampoco de tener ese punto de energía suficiente como para sacar el partido adelante en los últimos minutos», sentenció. 

También incidió en la estabilidad emocional «y la constancia, esas ganas de seguir adelante pase lo que pase». «En ese sentido hemos mantenido la compostura para estar cerca de la victoria y sí, nos ha faltado algo de precisión tanto en la finalización como en ser más rigurosos con balón. Son aspectos que podemos ajustar, pero qué duda cabe de que el equipo puede ir a más y hacer mejor las cosas», explicó sobre su equipo, que ya se aleja a cinco puntos del líder que la próxima semana visita Las Gaunas.

Por eso, destacó que de cara a las próximas jornadas es de ellos de quien depende trabajar, mejorar, insistir y ser estables. «En la capacidad está saber manejar todo tipo de contextos. En esa capacidad de adaptación está el nivel del equipo», que necesitará ajustarse a lo que toca en cada momento y provocar esa mejora para dar un paso más allá y mejorar sus registros.

Le dio el relevo Carlos Pouso, que fue más resolutivo: «El empate es un punto para cada uno y otro al limbo. A esos que dicen que el empate no vale para nada… el empate es valioso, a mí que me den ese punto, ese que no quiere nadie y que no vale para nada. Yo lo meto a mi mochila y lo hago valer.   Es genial todo lo que sea recoger y guardar».

El leioaztarra defendió que se iban satisfechos con el punto «porque no hemos sido capaces de hacer más». Así, no cree que el problema de su equipo en Las Gaunas sea de juego «porque fuera jugamos exactamente igual», sino que lo achaca a la falta «de instinto asesino que curiosamente tenemos fuera de casa». «A nosotros nos gusta el Rock&Roll. Ellos son de más pausa y tranquilidad y a nosotros nos gusta desbocar, inclinar el campo y jugar cuesta abajo. La primera parte han impuesto ellos su juego y en la segunda ellos han caído en el nuestro y hemos sido más reconocibles» destacó sin meterse en polémicas, «porque analizar el partido por una jugada puntual de una persona que decide en décimas de segundo me parece de una pobreza que no voy a entrar».