En la actualidad, parece que el deporte olímpico regional es hablar lo peor posible de la DOCa Rioja por parte de ciertos interesados, maximizando sus defectos y minimizando sus virtudes. Tengo la misma sensación que el profesor Emilio Barco, quien en una reciente ponencia manifestaba: «Pienso que a nadie nos gusta la actual situación, aunque puedo estar equivocado, visto que a veces durante este año he tenido la sensación de que se amplificaba públicamente la crisis».
Me gustaría aportar un análisis equilibrado y realista de la situación de Rioja y su futuro a través de este espacio, así como poner en valor los numerosos aspectos positivos que tiene nuestra Denominación de Origen, que es tan importante para esta región vitivinícola que se extiende al norte y al sur del río Ebro.
Que existen dificultades en Rioja es un hecho, y sería de necios no reconocerlo, pero en los momentos complicados se demuestra la verdadera actitud de las personas y las organizaciones. Lo fácil, desmarcarse y criticar la situación como si acabaran de aterrizar en este planeta. Lo difícil, buscar dentro de la crisis oportunidades para mejorar la calidad y el valor de nuestras uvas y vinos. Esta última actitud es la que aporta valor, por lo que no nos esperen en la primera, ya que nos esforzaremos al máximo por trabajar en la segunda.
El gran problema de fondo de Rioja, y de la gran mayoría de las zonas vitivinícolas mundiales, es la reducción del consumo de vino (tinto en particular) que, con carácter estructural pero especialmente coyuntural, afecta gravemente a las ventas. En nuestro caso lo intensifica el desequilibrio que arrastramos desde la pandemia de Covid, aunque tuvo sus inicios con la helada de 2017, el Brexit y los aranceles de Trump.
Aprovechemos la oportunidad para mejorar el Rioja; empecemos por dar la vuelta a la política de reestructuración, seamos más exigentes en el cumplimiento del rendimiento máximo por parcela e intensifiquemos el diferencial de precio de las uvas según su calidad. Seguro que encontraremos más aspectos que optimizar, ya que en ello nos jugamos mucho y daremos hasta la última gota, en este caso de vino.