Grafometal Sporting La Rioja: un escaparate "fundamental"

Rubén Laparra y Gonzalo Ortega
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Recién ascendido a la élite del balonmano femenino, el club riojano quiere convertirse en un referente para la cantera

Andrea Loscos, Juanjo González y Carla Rivas. - Foto: Óscar Solorzano.

Aún con la adrenalina y resaca emocionalque conlleva un ascenso a la máxima categoría del balonmano femenino español, Andrea Loscos, Carla Rivas y Juanjo González explican este «intenso» final de campaña que han vivido, con «muchos nervios» durante la previa del partido decisivo contra Uneatlántico Pereda y con «enorme felicidad» dado que el sueño se ha vuelto a conseguir. «Sí, Grafometal está en Primera División».

A Loscos aún se le pone«la piel de gallina» cuando recuerda todo lo que vivieron el sábado. Un cúmulo de emociones del que agradece haber tenido diferencia en el marcador. «Sino, a alguien en el Palacio le hubiera dado algo», bromea. 

Pero Rivas, más sensata, analiza que el equipo ha ido de menos a más durante la temporada. «Esta categoría es muy competitiva y sabíamos que no podíamos relajarnos, que teníamos que ser fuertes. El fin de temporada ha sido una locura y el ascenso se ha podido decantar para cualquiera de los tres equipos, tanto Zuazo como Morvedre. Cuando Zuazo empató y nos dio la oportunidad de depender de nosotras mismas no la queríamos desaprovechar y lo hemos sabido llevar controlando los nervios».

Para confirmarlo está su entrenador. Juanjo González reconoce que lo más difícil esta temporada ha sido convencer a sus jugadoras de que podían competir «contra cualquiera al máximo nivel». «Hemos tenido altibajos, pero sabíamos que en el tramo final teníamos que estar sí o sí muy concentradas y hacer nuestro mejor juego. De lo contrario tendríamos una fase de ascenso que requiere más concentración y esfuerzo. El mayor reto ha sido que el descneso no provocase discordias en el vestuario, pero directamente se unieron, sabían que tenían que levantar el proyecto y ahí está, fruto de su esfuerzo, lo han conseguido ellas», se deshace en halagos hacia sus jugadoras.

PUNTO DE INFLEXIÓN. En temporadas así de competidas, siempre hay un momento en el que la cabeza hace clic. Y aunque Andrea Loscos cree que este momento fue el de las derrotas y empates contra equipos canarios y caer eliminadas en la Copa de la Reina, Rivas y González coinciden en que todo cambió con el empate contra Zuazo, un partido que perdían por cinco goles a falta de cinco minutos para terminar. «O lo sacábamos adelante o nos veíamos fuera de estar entre las dos primeras. Ahí se unió el equipo para sacarlo hacia adelante y desde ahí, todo fue gloria», recuerda Carla a la vez que lo ratifica su preparador: «Zuazo estaba celebrando prácticamente el ascenso. Pero ellas ajustaron mucho mejor y comenzaron a ver la portería más pequeña. El equipo se dio cuenta de que sabían competir. Se libraron de un peso, de muchas dudas».

Y a la pregunta sobre cómo de importante es para Logroño tener a dos equipos en la máxima categoría del balonmano tanto masculino como femenino, González lo tiene claro. «Vamos a tener un equipo en Asobal y otro en Iberdrola. En una ciudad con un arraigo no tan fuerte al balonmano, que tenga dos equipos en estas categorías quiere decir que hay cosas que se están haciendo muy bien. Es cierto que debemos fomentar mucho más la base, en inversiones e infraestructuras para que la base se pueda aumentar. La Rioja tiene que crecer deportivamente, sobre todo en balonmano. Pero somos un escaparate fundamental para que las niñas vean que hay equipo y que se puede llegar». A la inversa de antes, es Rivas quien afrima que hay que trabajar el tema de la base «aprovechando que ahora estamos en Primera División. «Invertir en cantera es el futuro y se necesita gente de casa para estar ahí arriba», insiste.

Ahora es tiempo de descansar. «La temporada no ha sido larga, pero sí muy intensa», aseguran. Es por eso que ahora relajarse, cargar pilas, olvidarnos del balonmano y cuando tenga que llegar, volver a empezar.