De rebote. Una carambola ha permitido que el pelotari riojano Javier Zabala esté presente en las semifinales del Campeonato Manomanista, después de quedar segundo en un grupo con Artola, Ezkurdia y Elordi. Unai Laso ya le aguarda en el templo navarro.
¿Cómo y de qué manera vivió ese pase a semifinales?
Con muchos nervios. Depender de ti mismo te hace mucho más seguro, salir a la cancha y demostrar lo que realmente vales. No pudo ser así y tocó depender de Ezkurdia. Por suerte para mí, vimos al Ezkurdia que estábamos acostumbrados, un gran Joseba que hizo un partido increíble. Lo vimos en casa, desde el sofá con toda la familia y con un alegría brutal. Muy, muy contento de estar aquí.
¿Existe la suerte en casos así?
No, la suerte no existe. Todos somos profesionales. Artola tampoco se jugaba nada y contra mí salió al 100%, como es de esperar de todos los pelotaris cada vez que salimos a la cancha. Tenemos que salir siempre a ganar. Ezkurdia demostró todo el potencial que lleva dentro, lo buen pelotari que es. Sacó fuerzas de flaqueza y lo que no ha jugado en todo el campeonato, lo jugó en la última jornada. Yo hice bastantes tantos contra él y contra Elordi que me han servido.
¿Cómo ha sido este Manomanista? El grupo no era sencillo...
El grupo era muy difícil. Mi primer partido fue, ni más ni menos, contra el campeón que era Elordi. Sabíamos de lo que era capaz, de todo lo que sabe hacer en el mano a mano y todas las sorpresas que dio el año pasado, que no eran tan sorpresas porque el juego lo tiene. Contra él hice 20 tantos en un partido que me fui jodido a casa porque sí, perder duele. No obstante, sabía que había hecho muchos tantos y que en un grupo tan ajustado me iban a servir de mucho como finalmente ha sido. Tenía que ganar a Ezkurdia para meterme ahí, lo hice. Y contra Artola, bueno… Ha mostrado un nivel muy alto que va a estar cerca de llevarse la txapela si no se la lleva. Hay que preparar estos dos partidos que me quedan (ríe), con todas las ganas del mundo y aprendiendo de los errores para sumar.
Es Laso quién tiene la etiqueta de favorito en la semifinal.
Así es. Yo voy a salir tranquilo. El sábado empecé tranquilo aunque mi rival jugó más que yo. Pero me motiva jugar en el Labrit de Pamplona contra un navarro. Siempre es bonito. Él viene de ser campeón hace dos años, así que sabe cómo va esto. Yo llegó en mi primera participación, para mí ya es un premio y un regalo estar en semifinales, aunque lo he trabajado mucho. Ahora toca seguir estas dos semanas para intentar dar la sorpresa y meterme en la final.
Fue el 7 de mayo, hace exactamente un año, cuando no pudo pasar a semifinales de Promoción tras perder 22-21 con Larrazabal en el Adarraga después de ganar 21-8.
La vida da muchas vueltas. Aprendí de mis errores, de esas dos ocasiones contra Agirre y Larrazabal que tuve dos cortocircuitos en mi cabeza. Pero mi juego era mucho peor, ahora llevo un año con mucha confianza en mí mismo, teniendo muy claro lo que tengo que hacer, y así lo he demostrado. En los entrenamientos notaba muy buenas sensaciones y sabía que podía hacerlo en la cancha. La transición siempre es difícil, pero he trabajado durísimo para que así fuera. Ahora mismo me siento muy cómodo en la cancha y aunque el otro día Artola me ganara 22-8, saco cosas positivas. El perder viene bien muchas veces para afrontar los próximos partidos, como el que me espera contra Laso, al que creo que le voy a dar guerra.
Confianza en sí mismo... y ha respondido a la confianza de la empresa.
Eso muchas veces es lo difícil. La empresa te hace más importante dentro de ella, el estatus cambia. Pasas de jugar terceros partidos sin televisión a jugar estelares. Me lo he tomado como algo positivo y me ha venido bien. La motivación después de renovar fue muy grande y eso me ha hecho que en la cancha disfrute mucho más y que las cosas así me estén saliendo mucho mejor.