"Sabíamos ya dónde llevar el tren si La Rioja no rectificaba"

RB
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Pese a haber ganado las elecciones, un pacto PP-VOX le expulsó de la Alcaldía de Valladolid que ocupaba desde 2015. Desde noviembre, Óscar Puente (Valladolid 1968) es ministro de Fomento y desde entonces ya ha protagonizado varias polémicas

Hay, al menos, tres Óscar Puente. Está el tuitero deslenguado especialista en pisar cualquier charco que se le ponga delante. También el parlamentario correoso, directo, un tanto hosco, capaz de poner en aprietos a Alberto Núñez Feijóo el día de su investidura fallida. Hay, por último, un tercero, el que se pone el traje de ministro de Fomento y desgrana los proyectos para cada territorio, sin crear falsas esperanzas sino exponiendo las posibilidades reales de afrontar las infraestructuras pendientes. Afortunadamente, el viernes únicamente visitó La Rioja este último.

Buenos días, señor ministro. ¿Como ha venido a Logroño?

En coche.

¿Y cuanto tiempo ha tardado?

Pues puede parecer paradójico, pero no lo sé. He venido todo el tiempo trabajando, mirando papeles y realmente no lo sé.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, posa en la calle Marqués de Murrieta.El ministro de Transportes, Óscar Puente, posa en la calle Marqués de Murrieta. - Foto: Ingrid FernándezLos riojanos que necesitan trasladarse a Madrid vienen a tardar, si tienen mucha suerte, tres horas y media en coche y parecido si utilizan el ferrocarril ¿Cree lógicos estos tiempos para la conexión con la capital de España?

Esa pregunta encierra varias cuestiones. Evidencia un planteamiento radial de las comunicaciones que todo el mundo critica, pero en todos los territorios se me plantean las distancias y los tiempos en función de la conexión con Madrid. Obviamente la de La Rioja es una conexión mejorable. Uno de los trazados ferroviarios está en torno a las tres horas y media y es un poquitín más competitivo con respecto al coche. Es cierto que el otro va a tardar un poco más, pero también va a tener más paradas para conectar con otra parte del territorio. Nuestro objetivo, y es en lo que estamos trabajando, es reducir esos tiempos. Hay algunos tramos de red ferroviaria que están, bien en proyecto, bien en estudio informativo. Uno de ellos en concreto el Castejón-Zaragoza, que por sí solo reduciría los tiempos de desplazamiento en media hora. Los tiempos actuales no son aceptables, somos conscientes de ello, y lo que tenemos que hacer es trabajar para mejorar la red y el material ferroviario y conseguir cubrir esa distancia en menos tiempo.

El Gobierno de Concha Andreu calculó, quizá con optimismo, que en 2035 se podría llegar a Madrid en dos horas y cuarto. ¿Se atreve a garantizar esta fecha?

Rotundamente sí. Son unos plazos suficientemente prudentes como para que aseguremos que los vamos a cumplir. En este momento, España es un ejemplo en materia de cumplimiento de plazos; de los compromisos que ha adoptado dentro del mapa de red de infraestructuras europeo, pero también de algunos tramos que no están incluidos en él. He estado reunido esta semana con el comisionado del Corredor Atlántico Europeo y los problemas sobre todo de tiempos, están en la parte francesa o en Portugal, no en España. La confianza de la Comisión Europea en que España va a cumplir con todos los plazos a los que se ha comprometido es total. De hecho, yo creo que estamos en unos ritmos de ejecución y de tramitación de procedimientos muy altos.

Eso exigiría que en diez años esté listo el tramo Castejón-Zaragoza de Alta Velocidad del que acaba  de aprobarse el estudio informativo. Hasta ahora, al menos, esos plazos nunca se habían cumplido.

 Sí. Tomemos un poco de perspectiva. Venimos de un periodo, el comprendido entre 2008 y 2018, que es una década perdida en materia de infraestructuras. La Rioja lo sabe muy bien, con un buen número de proyectos parados, declaraciones de impacto ambiental que caducaron porque no se invirtió y porque no había tantos recursos. La fase actual y el futuro, salvo que hubiera una circunstancia que nos metiera de nuevo en una gran crisis, no es la misma. Los ritmos de ejecución de obra en este momento son otros. Llevamos desde 2018 invirtiendo muchísimo dinero en la red, al llegar los fondos de recuperación, transformación y resiliencia. Y esos fondos tenemos que aspirar a que no sean fruto de una ocasión o una consecuencia de la pandemia, sino que vamos a trabajar en Europa para que esos fondos sean permanentes. Y de hecho, lo que el presidente Sánchez está planteando claramente de cara a ese horizonte presupuestario europeo 2027 2031 es que los fondos se repitan y que tengamos de nuevo una cantidad disponible muy importante para seguir transformando nuestro modelo productivo y nuestras infraestructuras, no solo en España, sino el conjunto de la Unión.

El anuncio de un nuevo tren a Madrid vía Miranda de Ebro no fue demasiado bien recibida por el Gobierno de La Rioja. ¿Se ha reconducido ya aquel rifirrafe?

Sí, tengo la sensación de que sí. Yo creo que incluso el propio presidente de La Rioja ahora mismo es consciente de que aquello no fue razonable. Al final lo que trata es de mejorar la vida de las personas de La Rioja, tomando una decisión que perfectamente podía haber sido otra. Cuando empezamos a redistribuir el material rodante que sacamos de Galicia y de Asturias en el conjunto de España, había muchos candidatos para recibirlos. Pero consideramos que una nueva línea por Miranda de Ebro hará avanzar a la Rioja. Ofrece más de 3.000 plazas semanales a Logroño y otras oportunidades de conexión también con Euskadi. Entendimos que era una buena solución y con toda la buena intención lo hicimos. Yo tampoco esperaba que me hicieran la ola. Ni siquiera esperaba que me dieran las gracias, pero la reacción, la verdad es que fue totalmente fuera de lugar. Afortunadamente las cosas se han reconducido. La sensación es que la relación va a ser otra a partir de ahora. Y por lo tanto yo no pongo ya el foco en ese tema. Se ha resuelto. Traeremos el tren y seguro que aunque no sea lo que todo el mundo desearía, tener un tren que te conecte en dos horas con Madrid, creo que va a mejorar y va a aportar cosas a La Rioja.

Amenazó con llevar ese tren a otros territorios donde sí lo valoraran. La delegada del Gobierno achacó esa postura a un calentón del ministro en Twitter. ¿Fue así?

No, no, de hecho yo creo que lo que fue un calentón fue la reacción al anuncio. Obviamente si yo no hubiera visto que el Gobierno riojano rectificaba, el tren se hubiera ido a otro sitio. De hecho, ya prácticamente teníamos decidido dónde llevarlo. Esto no es un calentón, esto es la vida misma. Es como cuando en cualquier circunstancia uno da lo que tiene, mucho o poco, y quien lo tiene que recibir dice que no lo quiere y no lo necesita, habiendo otros que sí lo quieren y sí lo necesitan. Al final uno toma la decisión como la toma un padre de familia o un empresario.

¿Invalida ese tren la propuesta del Gobierno de La Rioja de incrementar las frecuencias en la línea que discurre por Calahorra?

Necesitamos más material ferroviario. El año que viene nos llegan los 107  Talgo nuevos y a medida que vayamos teniendo más material rodante, podremos incrementar las frecuencias. No la invalida en absoluto. Es complementaria y quiero dejar claro algo que repito constantemente: hasta la llegada de los últimos 106 trenes estábamos trabajando en este país con los mismos que en 2008. No tenemos un nuevo cercanías desde 2008, 16 años ya, y no tenemos un media o larga distancia nuevo desde 2010. Y con eso hemos tenido que atender la alta velocidad a Burgos, a León, a Valencia, a Alicante, a Murcia o a Granada. Es decir, con lo mismo estamos haciendo más y la magia ya no da más de sí. Hemos comprado 500 trenes nuevos entre cercanías y media y larga distancia y cuando tengamos ese material disponible vamos a mejorar las frecuencias en sitios que lo necesitan, como La Rioja.

Es decir que no la invalida, pero tampoco hay un compromiso concreto de hacerlo.

No, por el momento no. Lo estamos valorando, lo estamos estudiando y tan pronto tengamos un material rodante podremos dar cumplimiento a esa demanda. En este momento no podemos hacerlo porque no tenemos el material rodante necesario.

Hasta entonces, una de las posibles soluciones sería declarar la OSP (obligación de servicio público) en  la conexión aérea ¿Existe alguna posibilidad real para ello?

Con toda la franqueza del mundo, no. Esto tiene que ser informado favorablemente por Medio Ambiente. Y no es esa la política que el Ministerio está siguiendo. Todo el mundo sabe que el Gobierno no tiene una posición favorable con respecto a los vuelos de corto radio. Por otro lado, por lo que he podido conocer en estos días, hay casi una especie de OSP, en la medida en que el Gobierno riojano está por la vía de la promoción del destino, subvencionando de manera indirecta esos vuelos. Nosotros estamos más en la línea de mejorar la conexión ferroviaria.

El Parlamento de La Rioja reafirmaba en un pleno el pasado día 23 el pacto por las infraestructuras suscrito por unanimidad en 2018, que entre otras cosas plantea la necesidad de acelerar los cinco nuevos enlaces previstos en la autopista AP-68 cuando esté liberalizada. ¿Van a estar antes de que se eliminen los peajes?

 Sí, de hecho alguno se va a tener incluido demasiado tiempo antes. Estamos trabajando ya en ellos y sí, rotundamente van a poder estar antes.

Siempre que se habla de liberalizar una autopista surge el debate sobre el pago por uso en las autovías, un asunto al que todavía no se le ha dado una solución.

Es una reflexión de carácter general que tenemos que hacer como país. Nosotros en este momento lo que creemos es que hay que hacer un dibujo igualitario que en este momento no existe. Cuando nosotros llegamos al gobierno había 2.400 kilómetros de carreteras de peaje y hoy hay mil kilómetros menos, porque la política del Gobierno socialista ha sido no renovar las concesiones de las autopistas cuando finalizaban. Y en esa línea vamos a seguir. La cuestión es a futuro, cuando podamos tomar una decisión conjunta en relación con todo el territorio. Haremos una reflexión de cómo queremos sufragar los costes importantes de conservación que tiene nuestra red de autovías, que es la más extensa de la Unión Europea y la tercera más extensa del mundo. Esa reflexión la tendremos que hacer en algún momento, aunque no estamos ahora en ella. Y ojalá haya un momento de cierta calma, al menos en ese aspecto, para que podamos dialogar los distintos grupos políticos y llegar a un mínimo consenso de qué queremos hacer en torno al pago o no del uso por nuestras carreteras.

Otra de las infraestructuras importantes para mejorar la conexión con Burgos y Madrid es la A-12. Ha visitado Grañón, pero el problema está en territorio burgalés, donde está en mantillas. ¿Qué va a hacer para que esa obra tome impulso?

Vamos a licitar en breve el tramo con más tráfico, el de 7,8 kilómetros más próximo a Burgos. Ya estamos en el periodo de información pública y en 2025 estará esa obra en licitación y espero que en ejecución en los otros dos tramos. Hay un proyecto que hay que actualizar. Data de 2015 y obviamente ya no nos vale. Y hay otro, de algo más de 20 kilómetros, que sí nos puede servir y estamos valorando cómo tramitamos la licitación para abordarlo cuanto antes.

Los vecinos de Ibeas de Juarros han amenazado con cortar la N-120 en protesta por el retraso. Usted que ha sido alcalde tantos años ¿entiende su hartazgo?

Lo entiendo pero quiero transmitirles tranquilidad porque ese tramo, ya le digo, va a estar licitado en breve.

Sin abandonar el capítulo de carreteras, otra reivindicación histórica en la región es la mejora de la N-111 (Logroño-Soria-Madrid), cuya orografía complica un intervención de gran calado y en la que la siniestralidad ha aumentado,¿Es previsible que pueda atenderse a corto plazo la petición de los alcaldes de hacer alguna mejora en seguridad?

Sí, se está trabajando en ello. Que todo el mundo sea consciente de que estamos hablando de una carretera de montaña, con unas características muy particulares y lo más que podemos hacer es mejorar el trazado y mejorar también firmes y algunos puntos conflictivos. Y eso es en lo que estamos trabajando. Lo que me han trasladado es que eso está en marcha para sacar adelante en breve.

Logroño ha culminado ya la fase 1 del soterramiento, pero hay dos fases más pendientes ¿hay intención de desarrollarlas o su diseño obedece a una época muy diferente y hoy son inviables?

Yo creo que todo el mundo conoce mi discurso en materia de soterramiento. Piense que está terminada la primera fase, pero está pendiente de liquidación, porque es verdad que todo el mundo, desde los ámbitos territoriales, se anima a pedir soterramientos, pero luego incluso cuesta que cada parte sufrague lo suyo. Lo primero es liquidar la primera fase, pues para la segunda y la tercera haría falta un nuevo convenio. Mi criterio es que el problema de los soterramiento no es analizarlos uno a uno sino en conjunto. Uno a uno todos pueden parecer razonables. El problema es que el conjunto son 40.000 millones de euros. Fíjese sí tenemos que apartar esa cantidad de las inversiones que hay que hacer en infraestructuras en todo el país. Impulsar los soterramientos en nuestro país equivale prácticamente al importe que nos hemos gastado en hacer nuestra red de alta velocidad. No hay recursos para afrontar eso. Entonces, salvo en aquellos casos en los que el soterramiento sea la única solución válida para la integración ferroviaria, nuestra política va a ser muy restrictiva. En todo caso hay una ley de movilidad a punto de aprobarse que contiene unos criterios de financiación que cambian completamente el panorama. Van a ser los poderes territoriales que quieran soterramiento los que tendrán que sufragar al menos el 70 por ciento del importe de la obra. Ya verá como una vez que esto se apruebe, los soterramientos ya no causarán tanto furor en los territorios, porque claro, tendrán que sufragar ellos en un porcentaje que yo creo que no tienen capacidad para hacer.

Una de las polémicas que le resultará cercana es la eliminación de un carril bici en Logroño. El alcalde indicó que todas las actuaciones se las habían comunicado al Ministerio y no había puesto ninguna objeción. ¿Es así?

Vamos a ver. El Ayuntamiento de Logroño nos ha trasladado un plan de actuaciones de modificación de proyectos que iban vinculados a fondos europeos y ha solicitado autorización. El Ministerio la está analizando y va a dar una respuesta en muy poco tiempo. No se la puedo anticipar porque sería muy desleal con el Ayuntamiento de Logroño. Pero tendrá una respuesta acorde con la legislación europea y con el propósito de los fondos. Esos fondos tenían un propósito en el ámbito urbano que era fundamentalmente fomentar la movilidad peatonal ciclista y el transporte público. Lo que vaya en esa dirección tendrá el visto bueno y lo que no, obviamente no lo puede tener.

Tal y como lo plantea. Parece que la respuesta va a ser negativa.

Vamos a esperar a que podamos proporcionar formalmente esa respuesta, pero parece que la paradoja es que el espacio que se le ha ganado al coche en España se le va a devolver al coche. Esto no pasa en ningún país de Europa. Resistencias a que el coche ceda espacio las hay en todos los lugares. En esto no hemos sido diferentes. Allá donde se ha intentado ganar espacio para el peatón, para la bici, ha habido resistencias. Lo que no ha sucedido en ningún sitio es que una vez que ese espacio se ha ganado y se han vencido las resistencias, llegue alguien y  devuelva el espacio al coche. Eso es un fenómeno exclusivamente español y va en contra de la dirección que marcan los tiempos y, sobre todo, de la financiación que Europa ha puesto a nuestra disposición para hacer justo lo contrario.

Se acaba de aprobar la Ley de amnistía ¿Ha tenido hacer muchos esfuerzos para encontrar un argumento que la justifique?

Ninguno. Yo estaba convencido y lo he dicho públicamente, con alguna comparación que ha causado cierto revuelo, que la ley de Amnistía era algo que se iba a producir. Probablemente las circunstancias han anticipado esa decisión, pero yo no podía mirar al futuro de Cataluña sin que  hubiera un gesto de reconciliación y de pasar página. Por tanto, a mí particularmente no me ha supuesto ningún esfuerzo.

¿Qué fue de su agria polémica con Milei? Algunos le acusan de haber generado el conflicto que torpedeó las relaciones entre ambos países.

Esto es el mayor ejemplo de postverdad que se pueda encontrar, al menos en los tiempos recientes. Hice un comentario desafortunado, del que además yo creo que implícitamente pedí disculpas. De hecho, Milei reconoce que le pedí disculpas. Eso se saca completamente de quicio. Y hay una respuesta del gobierno argentino que no fue menor. Fue una respuesta tremenda. Recordarán aquello que decían de que dejábamos entrar a los inmigrantes para que violaran a nuestras mujeres. Eso es lo que respondió el Gobierno argentino. Y dos días después, el propio Gobierno dio por zanjada la cuestión y yo también la di por zanjada. Por tanto, si  Milei viene a España 15 días después e insulta al presidente del Gobierno es  porque vino a eso. Vino fundamentalmente a dar rienda suelta a su afán de promover una ley internacional ideológica en la que está mucho más embarcado que en el futuro de Argentina. Esa es la realidad, que algunos  han querido reescribir para decir que la culpa era mía. Bueno, el pueblo no es tonto.

Una curiosidad ¿Cuántos insultos lleva ya recogidos su equipo de colaboradores?

No he hecho un repaso de los últimos dos meses desde el informe, pero lo que me trasladan es que, curiosamente, desde que hice público que estaba haciendo esa recopilación han bajado mucho. No sé si algunos no se quieren ver retratados en ese recopilatorio y han decidido cambiar los insultos por otro tipo de críticas.

No sé si los tiene distribuidos por territorios y a la Rioja le tocan muchos o pocos…

No recuerdo a La Rioja como un territorio especialmente hostil. Sobre todo si se compara con algunos sitios donde están más focalizados.