Hasta hace una década, las Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación en el ámbito de la Comunidad autónoma quedaban delimitadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en 120 kilómetros lineales de río. La nueva actualización de los mapas, que previsiblemente se presentarán el próximo mes de septiembre, apunta ya a la incorporación de otros 30 kilómetros (150 kilómetros en total) con la posibilidad de que la nueva revisión añada aún más áreas.
Dicho de otra forma, los datos trasladados por María Luisa Moreno, jefa de Hidrología de la Confederación, indican que la CHE dispone actualmente de un mapeado de 650 kilómetros lineales de tramos de ríos de los que se están revisando en estos momentos 120 kilómetros. De la misma forma, la Confederación mapea otros 100 kilómetros nuevos de forma que el próximo documento que se presentará, previsiblemente para después del verano, incluirá ya un mapeado de 750 kilómetros lineales de tramos de ríos. Este nuevo mapeado se focaliza fundamentalmente en la cuenca del río Cidacos, siempre en base a los datos adelantados por la CHE.
Se trata de un mapa de inundabilidad que permite cruzar datos de riesgo significativo potencial con los del uso del suelo para determinar los espacios en los que más daños tanto económicos, personales o estructurales, podría generar una gran avenida.
Un trabajo minucioso y exhaustivo con el que se continúa dando respuesta a la directiva emitida por la Unión Europea con el objetivo de evaluar, gestionar y, evidentemente reducir, los riesgos de inundación en las diferentes cuencas, en este caso de La Rioja.
En cualquier caso, los nuevos mapas que presentará en próximas fechas la Confederación Hidrográfica del Ebro incluirá áreas de riesgo en zonas nueva incorporación al mapeado del que, hasta ahora, disponía la CHE.
El objetivo de todos estos trabajos, que actualmente se centran en la revisión de los mapas del año 2015, pretenden reducir o mitigar los daños en caso de crecida. Tal y como explican fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro, «se basa de unas áreas de riesgo y unos mapas de inundabilidad que sirven objetivamente para determinar qué actuaciones pueden o no aprobarse en determinados territorios». Es decir, los técnicos de la CHE trabajando por tanto en la actualización de los mapas «que se hicieron en 2015 y se están actualizando los nuevos, pero todavía no se han publicado».
Vuelo de 1927. De la misma forma, la CHE desarrolló a mediados del pasado ejercicio 2023 un proyecto para la georeferenciación de la cuenca del Ebro del vuelo datado en 1927 con el objetivo de poder comparar la situación geológica, hidrológica y geográfica del año referenciado con la actualidad a través de fotos, mapas y planos. Fue el primer trabajo de estas características que se realizaba en España y casi un siglo después, estos fotoplanos han supuesto unos testimonios cartográficos excepcionales para comparar la evolución de la cuenca del Ebro.
La Confederación invierte 7,3 millones en la reducción de daños
Junto al exhaustivo trabajo de mapeado y de previsión para evitar inundaciones provocadas por grandes avenidas, la Confederación Hidrográfica del Ebro desarrolla también una serie de actuaciones dirigidas a paliar y reducir los daños de las crecidas. En el periodo comprendido entre los años 2021 y 2023 ha destinado a este fin algo más de 7,3 millones de euros. Una inversión que se ha focalizado en los río Iregua, Najerilla y en la cuenca del Tirón.
Así, a las denominadas como obras de emergencia, es decir, reparación de daños y desperfectos en cauces e infraestructuras hidráulicas tras la concurrencia de eventos extraordinarios (grandes avenidas), la CHE ha destinado un presupuesto ligeramente superior a los 4,4 millones de euros en los términos municipales de Alfaro, Arrúbal, Alcanadre, Rincón de Soto, Calahorra y Azagra (éste último en Navarra).
Por otra parte, no se lleva ni mucho menos el grueso del presupuesto, pero la Confederación dirigió 239.709 euros a la retirada de «obstrucciones para recuperar la sección de desagües». Una serie de trabajos enmarcados en el proyecto 'Actuaciones medioambientales para la conservación del dominio hidráulico público'. Labores en definitiva de limpieza que se desarrollaron en un total de 36 municipios a lo largo y ancho de la geografía regional.
El capítulo de proyectos específicos de obras de adecuación y restauración, la Confederación Hidrográfica del Ebro destinó entre 2021 y 2023 un total de 1,8 millones en el término municipal de Alfaro; 48.000 euros en un proyecto conjunto entre Calahorra, Milagro y Azagra (éstos dos últimos en la Comunidad Foral); 397.199 euros en la mejora ambiental de los ríos Iregua, Najerilla y Tirón; 255.000 euros en la permeabilización del azud (presa de pequeñas dimensiones) en el Najerilla, en Anguiano; y en la misma cuenca la CHE destinó 102.292 en una actuación de características similares el azud canal de la margen derecha del Najerilla, en esta ocasión en el término municipal de Baños de Río Tobía.
Una serie de actuaciones de mejora o reparación que salen de las arcas de la Confederación.