El yacimiento Viura, la única planta de extracción de gas natural en producción que existe en España, no deja de crecer para alcanzar todo su potencial. Si se cumplen las previsiones, la planta gasista de Sotés estrenará a finales de este mes o comienzos de noviembre su segundo pozo, el denominado Viura 1-B, vecino del que empezó a explotarse ha exactamente siete años, con buenas expectativas de producción.
Aunque no se aventuran a anunciar el volumen de gas que se extraerá del Viura 1-B, fuentes de Heyco Energy Group, la multinacional estadounidense operadora de la planta y máxima accionista de la concesión del yacimiento de hidrocarburo, se muestran optimistas por la información que han ido recopilando durante los sondeos y en el proceso de construcción y estiman que podría superar la producción del primer pozo.
En estos momentos, la compañía trabaja en completar el entubado del pozo, unas labores que ocupan en torno a medio centenar de empleos directos, amén de otros indirectos hasta un total de unos 80 trabajadores, que se reparten desde hace tres meses en tres turnos para que la actividad no pare las 24 horas del día los siete días de la semana.
La construcción del pozo, a cargo de una sofisticada torre de perforación única en Europa, de unos 60 metros de altura y desplazada desde Polonia por la empresa Exalo, especializada en este tipo de trabajos, se ha desarrollado conforme a lo previsto en los estudios geotécnicos y de ingeniería sin ningún contratiempo de importancia ni desviaciones para llegar a la bolsa de gas natural, situada a una profundidad de 3.730 metros en la vertical de la ladera donde se asienta la planta, rodeada de viñas del municipio de Sotés. «Estamos acabando el pozo y lo que hemos atravesado es lo que esperábamos. Somos optimistas con los que hemos visto en la fase de pruebas y todo es muy positivo», explica a El Día de La Rioja David Alameda, director de Desarrollo de Negocio de Heyco Energy Group España.
2025, año clave. Pero el segundo pozo de Sotés no es la única baza que le queda al yacimiento Viura para poner en explotación el cien por cien de sus reservas de hidrocarburo. En la cercana localidad de Hornos de Moncalvillo la compañía gasista confía en iniciar en abril de 2025 la perforación del tercero de los cuatro pozos programados en el yacimiento Viura. De hecho, Heyco está ya adquiriendo materiales y preparando los trabajos de campaña para excavar el pozo Viura 3-B con el fin descender a otra de las bolsas del gas y conectarlo con la planta de extracción y procesamiento de Sotés.
El próximo año puede ser el determinante para completar la estructura de extracción de este combustible natural en el yacimiento riojano. Junto al pozo Viura 3-B la compañía concesionaria confía en poder horadar también el subsuelo de Hornos de Moncalvillo en busca de hidrocarburo en el cuarto pozo, el Viura 3-A, pendiente aún del permiso que debe otorgar el Ministerio de Industria, aunque David Alameda confía en una respuesta positiva a la solicitud. «Sabemos que hay muchísimo gas en este yacimiento», apunta el directivo de Heyco Energy Group. Las inversiones para el desarrollo total del complejo gasístico pueden rondar los 80 millones de euros.
Un equipo multidisciplinar e internacional
Perforzar un pozo a más de 3,7 kilómetros de profundidad, la misma distancia que separa el Espolón logroñés del barrio de Valdegastea, no es una tarea sencilla. Aunque los estudios previos sobre el subsuelo que esconde las bolsas de gas natural son muy sofisticados y proporcionan información muy certera, siempre queda un margen de incertidumbre y de posibles problemas a la hora de realizar la excavación. De ahí que el director de Desarrollo de Negocio de Heyco Energy Group España, David Alameda, se muestre especialmente satisfecho sobre cómo se han desarrollado los trabajos para horadar el terreno y llegar a completar el pozo Viura 1-B. Alameda lo atribuye al éxito del equipo técnico de Heyco y a otros profesionales de empresas contratistas que intervienen en las obras. Cómo detalla el directivo de la compañía concesionaria, se trata de un equipo multidisciplinar, con técnicos de distintos ámbitos en el que trabajan en coordinación españoles, británicos y estadounidenses.