Beñat Rezusta: "La veteranía importa, pero la conexión más"

Gonzalo Ortega
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El zaguero de Bergara jugará su quinta final del Campeonato de Parejas y le da mucho valor a tener un buen vínculo con tu compañero

Beñat Rezusta, zaguero de Aspe Pelota. - Foto: Carlos Caperos.

A eso de las seis y media de la tarde del domingo, Beñat Rezusta saltará a la cancha en busca de una nueva txapela del Campeonato de Parejas. Una nueva porque no será la primera. Será la quinta ocasión en la que el zaguero de Bergara juegue un partido de esta magnitud. No es nuevo. Claro que no. Cuatro finales en sus espaldas y un 50% de efectividad. Dos veces ha experimentado a qué sabe la txapela del torneo de parejas más importante y dos veces ha salido derrotado.

Todas ellas fueron, lo que hoy en día se dice, 'en su prime'. Su mejor momento, traducido, en cuatro finales consecutivas: del 2016 al 2019. Perdió la primera, por lesión en el dedo de Martínez de Irujo que le obligó a retirarse. Ganó en 2017 y 2019, con Irribarria y Elezkano II. Y entre medias, perdió frente a quien el domingo le acompañará del cuatro para adelante, o al menos en teoría. Seis años después, por si alguien lo había olvidado, está de vuelta en el partido para ganar el Parejas. Nadie en la cancha tiene más experiencia que el zaguero guipuzcoano en este tipo de encuentros.

«Las semanas previas ya saben por donde van las cosas y sabes lo que toca. Pero luego… todo va en función de momentos y sensaciones con las que saltas a la cancha. Eso no lo puedes controlar», afirma un pelotari que conoce a la perfección lo largas que se hacen las dos semanas hasta que llega el partido. «Nerviosos vamos a estar los cuatro, porque todo te influye, hasta si has dormido. mejor o peor».

Desde el siete se controla mejor el partido. Visión periférica de una pared que todo lo devuelve, y no es una referencia al frontis. Enfrente estarán Artola y Mariezkurrena II, de profesión pegadores. Sabe que «la paciencia y el trabajo» forman parte del partido del domingo. «Si me siento bien, hay días que encanta que me lancen todas a mí. Si me veo más justo, le diré a Joseba que corte. Pero ni me preocupa ni me da miedo que vayan a por mí», expresa.

Joseba. Joseba es algo más que un compañero. Juntos, suman 26 años en la pelota profesional. Ambos están en el podio de pelotaris con más experiencia de su empresa. De hecho, Ezkurdia y Rezusta son segundo y tercero, respectivamente. Solo Zabaleta debutó en Aspe antes que ellos. El de Bergara reconoce entre carcajadas que les han llamado de todo: viejos rockeros, glorias, veteranos, momias… ha sido indiferente en el camino a la final. Beñat tiene 32 recién cumplidos. Ezkurdia cumplirá 34 en un mes. Y ahí están, en el Navarra Arena.

UNIÓN. «La veteranía es un grado en momentos clave de un partido, pero también lo es la conexión con tu compañero». Gran verdad escondida. «Con Joseba solo puedo decir que jugar es muy fácil. Con lo que te ayuda, se pone entre el 4 y el 5 y es imposible superarle. Muchos me dicen que atrás soy un muro… ¡Mentira! El muro lo tengo yo delante y es mi compañero. Si le superan, ahí estaré yo. Además creo que es un delantero que sabe cómo hacer jugar al zaguero y eso tiene un valor incalculable». ¿Cómo? Simple. «Entra a las malas, te deja pelotazos francos en el cuatro y eso el zaguero lo agradece un montón, porque te permite meterle cuatro pelotazos y ganar confianza».

Ese vínculo no es novedad. Ya lo habían descubierto antes, aunque nunca en campeonato «larguísimo» como este. «Este año ya lo había comentado con él, lo habíamos hablado. Somos pelotaris que llevamos muchos años en el circuito, nos conocemos desde siempre y habíamos jugado ya muchos partidos y torneos juntos, pero ningún campeonato hasta ahora. El año pasado parecía que íbamos a jugar juntos, no se dio y este año por fin ha tocado».

¿Hubiera escogido a Ezkurdia a ciegas para formar pareja sin saber qué iba a pasar?. «Diría que sí, porque tenía muchas ganas de jugar con él». La realidad supera a las expectativas. Sobre todo, porque al principio nadie daba esta pareja entre las principales favoritas. «Tenía esperanza de hacer con Joseba un campeonato bueno, pero ya está. Quedar satisfechos, formar una buena pareja y competir. Pero de ahí a llegar a la final, hay un paso». Más merito todavía en uno de los Parejas «más igualado de los últimos años».

ÚLTIMO ESCALÓN. Para ganar, tiene claro qué hay que hacer. ¿Y si no sale? ¿Se puede ganar una final jugando mal? «Hombre, si el otro juega peor…» (ríe). «Jon no habrá jugado finales, pero con la personalidad que tiene, estoy seguro que va a salir a por todas. Artola también me va a forzar sí o sí, y tratarán de crear situaciones de dos contra uno. Les veo una pareja muy segura». ¿Su remedio? Insiste: «paciencia y trabajar».

Otro factor: el frontón. El Navarra Arena se visita en contadas ocasiones al año. Cuando Rezusta ha jugado, se ha sentido bien. «Pero para ellos es un frontón bastante bueno, porque se dice que  favorece a los pegadores. No es fácil rematar, el gancho se queda, el frontis es potente y no se abre tanto, ni permite coger ángulo como en otros frontones. Jon le va a dar mecha y va a coger mucha altura. Pero para Joseba también puede ser bueno, con la volea rápida y la izquierda de aire que le viene saliendo muy veloz. Puede hacer mucho daño», analiza el zaguero de Bergara, sumido de lleno en su segunda semana de preparación para la final. «Entrenamientos que no falten, pero tampoco estar con los amigos. Cuanta mayor normalidad, mejor».