a mosca común o doméstica es uno de los insectos más conocidos en el mundo. ¿Quién no ha estado sentado en una terraza, de caminata por el campo o en el propio lugar de trabajo y no ha parado de intentar alejar alguna mosca como esta? La parte positiva de esta mosca es que principalmente solo es molesta, aunque también puede causar alguna que otra enfermedad infecciosa.
El problema es que España cuenta con otro tipo de moscas que provocan otras reacciones en las personas, en concreto la mosca negra. Este país cuenta con un total de 54 especies de este insecto, aunque «no todas se comportan como plaga, ya que solo seis o siete especies son las que nos pican masivamente alrededor de los ríos», indica el investigador postdoctoral en el CIBIR, Ignacio Ruiz Arrondo.
Un equipo liderado por el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) ha identificado por primera vez la especie de mosca negra Simulium mellah en Europa. El trabajo, publicado en la revista PLOS ONE y desarrollado en un hábitat semidesértico de la península ibérica, supone el descubrimiento de al menos cinco especies diferentes en el área de estudio, el Campo de Tabernas en Almería.
Ruiz explica que esta especie de mosca negra ya se había descrito en el norte de África, concretamente en Marruecos y en Argelia, pero «ahora la hemos identificado en el sur de España, en un lugar semiárido que presenta ciertas condiciones similares a las zonas desérticas donde se había identificado previamente en África».
Este nuevo registro de mosca negra es una especie que se alimenta de las aves, por lo que «no va a tener un impacto a la salud pública, ya que no pica a los humanos ni al ganado». Las moscas negras, aclara, necesitan picar a un animal para que «los huevos que pone se puedan desarrollar».
Añade que únicamente pican las hembras, como ocurre en los mosquitos, y por eso, es un tipo de insecto que tiene doble importancia, tanto a nivel de salud animal como de salud pública.
De hecho, recuerda que España lleva dos décadas en las que «los problemas por moscas negra cada vez son mayores en diversas cuencas de varios ríos de la geografía española». Apunta que este año ha sido la primera vez que ha habido problemas en Logroño porque «está criando huevos en los ríos Ebro e Iregua. Es una problemática que cada vez va a más», alerta este investigador.
Impacto. Ruiz detalla que la especie detectada en Logroño el verano pasado «tiene mucho impacto para la salud pública, ya que pica masivamente a las personas».
«Tiene unas piezas bucales muy cortas, de tal forma que necesita picar en la piel desnuda. Si vamos con manga larga no nos pica pero su periodo de actividad principal coincide con la primavera y el verano, cuando se va en manga corta y pantalón corto», comenta.
El problema es que estas picaduras masivas pueden saturar el sistema de urgencias del hospital porque «hay personas que pueden llegar a tener una reacción alérgica local con una sola picadura».
Señala que es el primer año en el que se ha identificado que esta especia está desarrollando grandes poblaciones y por lo tanto, «tiene un impacto sobre las personas y los animales». Otro inconveniente es que provoca que las personas no puedan disfrutar del ocio ni de las actividades al aire libre.
Remarca que los investigadores deben estar atentos a la próxima primavera para ver si siguen creciendo. «Lo conveniente sería realizar un estudio y según los resultados, establecer una estrategia de control en el río basada en usar Bacillus thuringiensis, una espora de una bacteria que se vierte en el río, las larvas las ingieren y eso hace que estas se eliminen», concluye.