El vendaval 'exprés' deja un reguero de daños en la región

El Día
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«Parecía una ametralladora disparando tejas; aún estoy temblando», relata la alcaldesa de Ocón, después de que el viento levantase en vuelo el tejado del Teleclub de La Villa y lo deshiciera en pedazos

Una vecina de La Villa de Ocón muestra el tejado del Teleclub, totalmente desarbolado por las violentas rachas de viento que azotaron a la localidad. - Foto: Óscar Solorzano

«Fue como una ametralladora disparando trozos de tejas; aún estoy temblando». Son palabras de la alcaldesa del Valle de Ocón, Inmaculada Ortega, después de que este lunes el violento vendaval que sacudió con fuerza a buena parte del territorio riojano, con rachas de hasta 124 por hora, levantase en vuelo el tejado del Teleclub de su pueblo, La Villa de Ocón, y lanzase las tejas  contra viviendas y coches, que sufrieron numerosos daños.

Como en otros puntos de la región, pasadas las dos de la tarde de forma repentina se levantó un fuerte viento, que apenas estuvo soplando con fuerza veinte minutos, suficientes para derribar árboles, romper ramas, causar accidentes de tráfico y dañar inmuebles. Se trata de un fenómeno conocido por los meteorólogos como 'reventón, que ayer tarde llevaba ya contabilizadas 62 incidencias, principalmente en la zona centro de la Comunidad autónoma. 

La fuerza del viento llegó a provocar el vuelco de un camión en la autopista AP-68, en la zona de Lardero, aunque sin provocar daños al conductor, la caída de un árbol sobre un vehículo en la calle Estambrera de la capital riojana, donde el viento huracanado dejó un sinfín de árboles abatidos y ramas rotas; y el desprendimiento de cascotes en un edificio de la Avenida del Pilar en Calahorra, informó el servidio de emergencias SOS Rioja. 

En La Villa de Ocón aún no salen de su asombro por lo ocurrido, aunque milagrosamente no ha habido que lamentar daños personales. El vendaval 'exprés' alzase literalmente las placas de Onduline y  todas las tejas rejuntadas con cemento de la cubierta del Teleclub, un edificio anexo a la iglesia, y lo convirtiese todo en una especie de 'metralla' que acabó impactando contra las casas y coches, con el resultado de tejados, canalones, farolas y critales de vehículos dañados por el impacto de los cascotes.

«Si llega a pillar a alguien en la calle no sé qué hubiera ocurrido», comenta la alcaldesa de Ocón, que detalla que uno de los trozos de teja rompió el cristal de la ventana de una vivienda cercana y entró en una estancia de la casa. 

Inmaculada Ortega no se explica cómo las rachas de viento pudieron hacer volar literalmente un tejado de unos 25 metros de largo que se había hecho nuevo hace aproximadamente un año, con paneles de impermeabilización Onduline y tejas nuevas, todas ellas rejuntadas con cemento. A este pequeña localidad del Valle de Ocón el vendaval repentino de ayer le azotó con rachas de más de 110 kilómetros por hora.

Ayer mismo, tras la incidencia, la alcaldesa se puso en contacto con el Obispado para ponerles al corriente de los daños y para que diese parte al seguro, ya que el edificio donde se ubica el Teleclub es propiedad de la Diócesis riojana, aunque cedió su uso a la localidad para que sirviese como centro para actividades sociales. 

 

Un árbol sobre un columpio. En la capital riojana, donde se registraron rachas de más de 74 kilómetros por hora, el viento dejó un reguero de árboles derribados por todo el municipio. En la Plaza de los Tilos, en el barrio de Cascajos, un árbol de gran porte fue a caer sobre el parque infantil, en ese momento vacío dado que el viento había ahuyentado ya antes a la gente. Otro tilo gemelo del de ayer cayó meses atrás con otro episodio de fuerte viento. En ese mismo espacio verde se vinieron abajo dos cipreses y la rama de un sauce.

Otro tilo de gran tamaño también cedió por impacto del viento no lejos de esa plaza, en la esquina que forman la avenida Solidaridad y la calle Eliseo Pinedo, justo al lado de la terraza del bar-restaurante EnBocca. Otro árbol fue derribado por el 'reventón' sobre la calzada en la zona del aparcamiento oeste del hospital San Pedro y tambié hubo ejemplares abatidos en el camino de La Grajera y en el barrio de Varea, entre otros puntos. 

Bomberos de Logroño y del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento (CEIS) de La Rioja y miembros de las fuezas de seguridad  se afanaban ayer tarde para tratar de retirar los árboles y restos de inmuebles caídos y de restituirlo todo a la normalidad. 

Las fuertes rachas de viento dejaron registros espectaculares, como los 124 kilómetros por hora que midieron los anemómetros, bastante por encima de los 74 por hora registrados en Logroño.

A su vez, en Anguiano, Moncalvillo y San Román también superaron rachas de 100 kilómetros por hora. Menos intenso sopló el viento en Calahorra, Alfaro, Cervera, Nájera o Haro, que no llegaron a superar los 60 por hora.