Annus horribilis para Rioja. A una compleja situación del mercado mundial de vino, con una bajada de ventas del tinto a la que no se le atisba final, la renuencia de algunas bodegas a coger la uva a los agricultores, y las persistentes denuncias de los viticultores de que se están abonando las uvas por debajo de los costes de producción, se han unido las condiciones climatológicas del mes pasado que han dado al traste con las previsiones para una cosecha que se auguraba de buena calidad.
Ante una merma de la cantidad - ya iba a ser más corta por las uvas arrancadas durante la vendimia en verde-, que se ha visto confirmada en los últimos 10 días con la botritis acechando, el Consejo Regulador del Rioja decidió ayer el cierre oficial de la vendimia en el conjunto de la Denominación, que ha alcanzado,exactamente, 259.634.625 kilos.
A falta de la recolección de algunas parcelas, la cantidad es sensiblemente inferior, en 120 millones de kilos, a la del año pasado , que ascendió a 384 millones, la segunda de menor volumen en una década, y es la más corta desde la 1994, cuando se recogieron 241,7 millones de kilos, aunque la masa vegetal era inferior en casi 18.000 hectáreas.
Muy lejos de los cerca de 486 millones de la cosecha récord de la década de 2018, las cantidades recogidas por zonas han sido de 84,7 millones de kilos en Rioja Oriental, 62,1 en Rioja Alavesa, mientras que en Rioja Alta, la uva recogida se acerca a los 113 millones de kilos.
Por colores, se han recogido 220,9 millones de kilos de tintas y 38,7 millones de blancas, y fue el 26 de septiembre, con cerca de 19 millones de kilos, la jornada en la que se vendimió la mayor cantidad de uva en la Denominación.
Lo que falta. Los viticultores que tienen aún hectáreas por coger deberán comunicarlo previamente al Consejo Regulador (al teléfono 941 500 400 de 8 a 14,30 horas y de 16:00 a 18:00 horas o a través de mensajes de whatsapp al 618 981 497). Asimismo, las uvas que se elaboren fuera de la localidad donde se ubica el viñedo deberán ser pesadas en origen y destino en presencia, en ambos casos, de un vigilante de vendimia del Consejo Regulador.
Los socios de cooperativas deberán realizar el pesaje en su báscula y quienes no lo sean, en la de pueblo o la del vecino.