Los recientes incursiones del lobo en el término municipal de Castroviejo, los últimos este pasado fin de semana, llevan a su Ayuntamiento a curarse en salud y alerta de la presencia del cánido en las inmediaciones del pueblo. José Domingo Ceniceros, alcalde del municipio, asegura que los ataques «se están produciendo a 300 metros del pueblo» y «se ha visto una manada de cuatro ejemplares» en «las cercanías del pantano, que acoge a muchos visitantes, en gran medida familias con niños».
Es consciente de que el lobo es una especie huidiza y no suele atacar al ser humano, pero observa ciertos comportamientos en el cánido de los que no se fía. «En la última batida los lobos se pasearon entre cuatro posturas», detalla Ceniceros. Cree que cualquier precaución es poca, más aún «cuando por la zona de Moncalvillo, a 20 minutos andando de Castroviejo, se pueden juntar hasta 300 coches en busca de setas» y, tal y como asegura, es una zona en la que «también se han visto lobos. Están a 10 kilómetros en línea recta de Nájera».
Así las cosas, el alcalde tiene previsto iniciar hoy la colocación de carteles en diferentes zonas del municipio avisando de la presencia de lobos en la zona. «Algún día tenedremos que lamentar alguna desgracia», indica Ceniceros.
Cerca de Castroviejo, en Nieva de Cameros, una ganadera tampoco deja «ya bajar solos a sus hijos del pabellón a casa». Miedo infundado o no, el lobo asusta.