A falta de cinco días -será el lunes 22 de abril a las 12 del mediodía-para que se cierre el plazo para presentar ante la Consejería de Agricultura solicitudes para acogerse a las ayudas de la vendimia en verde, el interés mostrado por los viticultores está desbordando a las organizaciones agrarias (OPA) que ya esperaban, no obstante, al igual que el Gobierno de La Rioja, que el volumen fuera sensiblemente superior al del año pasado, cuando fueron 275 viticultores, con 826 hectáreas, los que se acogieron a esta medida.
De momento, las tres OPA de La Rioja, ARAG-Asaja, UAGR y UPA-UGT. ya han gestionado conjuntamente alrededor de 1.291 solicitudes -quedan sin contabilizar las realizadas por otros medios-, cifra que anuncian que aumentará antes de la fecha límite, de tal manera que, prácticamente, se multiplicarán por seis las cifras de la pasada campaña.
Conforme al crecimiento de las solicitudes, aumentarán las hectáreas, que las estimaciones actuales auguran un número que rondará las 5.000 hectáreas, de las que Asaja ha gestionado ya 2.700. Esta avalancha de peticiones está generando una importante actividad en las OPA, que coinciden en ponderar las bondades de una medida, que afirman que defienden desde hace tiempo, y que encuentra aún mayor justificación con el anuncio de bodegas de y cooperativas de cesar o reducir la compra de uva la próxima vendimia.
«Estas cifras vienen a confirmar lo que Asaja lleva reclamando desde las pasadas campaña: la importancia de implementar una medida como la cosecha en verde para atender a todos los viticultores riojanos que han tenido y tienen serias dificultades para poder vender sus uvas ante la crisis de excedentes por la que atraviesa la Denominación», argumenta Igor Fonseca, secretario general de una organización que ha abierto una oficina temporal en el Ayuntamiento de Cervera del Río Alhama para atender a los viticultores de la zona.
Néstor Alcolea, de UPA, que al igual que el resto de organizaciones tiene la agenda repleta estos días, señala que este volumen ingente responde a la crítica situación que atraviesan los viticultores, «a quienes no compran la uva». Reflexiona que se trata de una medida puntual, que soluciona solo en parte el problema esta campaña.
De la misma opinión es Fonseca que, pese a considerar que no es una solución definitiva, resalta que va a resultar efectiva para aliviar parte de la pérdida de rentabilidad que los viticultores riojanos, «el eslabón más débil de la cadena», acumulan desde hace cuatro años.
El secretario general de UPA muestra una férrea defensa de la vendimia en verde sobre la destilación de crisis «porque favorece a los agricultores», reflexión que también aporta David Bartolomé, de los servicios técnicos de la UAGR, que justifica el atractivo que a la medida le han encontrado este año los viticultores. Argumenta que, entre otros factores, la inestabilidad del mercado, precios bajos y un horizonte muy nublado, han generado un caldo de cultivo para esta cifra tan significativa. «Es pájaro en mano», argumenta, aunque señala que en algunos casos la cuantía que perciban los viticultores va a ser menor a la que estaban acostumbrados. La UAGR insiste en las críticas que ha proferido desde la publicación de la Orden por parte de la Consejería de Agricultura [mostró su indignación por haber dejado al margen a las organizaciones agrarias en su redacción] respecto al sistema de puntuación establecido que, entienden, no favorece a los agricultores profesionales al concederse 5 puntos a las solicitudes de menos de 4,5 hectáreas, lo que beneficia a los que la tienen como segunda actividad.
«La lógica es que cada viticultor hubiera podido solicitar sin cortapisas hasta un máximo de 10 hectáreas, como sucedió el año pasado», señala Bartolomé, que afirma que muchos de ellos se están limitando para sumar el mayor número de puntos.
La cuantía. El Ministerio de Agricultura ha destinado 21,4 millones para la vendimia en verde, cantidad que ha de repartirse entre las siete comunidades autónomas que han pedido echar mano de esta herramienta. En una estimación inicial, La Rioja ha calculado que le corresponde el 40%, alrededor de 8,7 millones, aunque habrá que esperar al final del proceso para conocer la suma concreta, que variará en función de las peticiones realizadas en otros territorios. Sea como fuere, su presidente, Gonzalo Capellán, la ha considerado insuficiente, por lo que ha avanzado que aportará fondos regionales si la suma dispuesta por el Estado no es suficiente.
«Ninguna solicitud de cosecha en verde quedará fuera de las ayudas», se ha comprometido la consejera de Agricultura, Noemí Manzanos, cuyo departamento ha fijado la ayuda en 0,585 euros el kilo de uva, según el cálculo equivalente a la mitad del precio medio de las campañas vitícolas de 2017, 2018 y 2019, más los costes de vendimia, con un máximo de 3.854 euros por hectárea. Aunque la Consejería elude mencionar la cuantía que le podría suponer compensar la vendimia, desde algunas fuentes se apunta que sus estimaciones la cifran en unos 10 millones.