Lo que en su día fue un barrio lleno de vida, de bodegas y de calados, hoy el municipio de Villamediana de Iregua se esfuerza porque el barrio de Bodegas vuelva a recuperar ese brillo. Paneles turísticos, murales, nuevas barandillas, la inauguración de nuevas calles y la unificación en el diseño de las placas son algunos de los pequeños cambios, ya visibles, que contribuyen a la transformación e impulso de la localidad con el fin de reavivar el interés turístico y patrimonial de la zona.
Pintar un mural en una de sus calles es una de esas actividades en las que al contar con la participación ciudadana se consigue fomentar ese sentimiento de pertenencia y no únicamente servirá como mera decoración, sino que colaborará a su conservación e incluso, a que disminuya el vandalismo.
Diego Moreno, concejal del barrio de Bodegas y Patrimonio del municipio, es consciente de que se trata de un proceso complicado y lento que «va a requerir de mucho tiempo», pero confía plenamente en que la colaboración entre el Ayuntamiento y los propietarios de las bodegas les llevará a lograr la recuperación del barrio.
Actualmente hay 211 calados y 279 recuevas, pero el área se enfrenta a serios desafíos estructurales como el hundimiento de algunos de los calados, la presencia de humedad y por consiguiente la aparición de grietas que generan una gran preocupación por la seguridad ciudadana. Ante esta situación, el Ayuntamiento ha decidido reactivar el Plan Especial de Protección y Regeneración Sostenible con el objetivo de intervenir en la medida de lo posible, ya que al ser propiedades privadas, su actuación legal está limitada.
«Este plan lleva tramitándose desde 2016», señala Moreno, destacando que uno de los motivos por el que se requiere de tanto tiempo es la gran cantidad de documentos y estudios necesarios como el cartográfico, el sociológico, el histórico, el jurídico o el topográfico. Por ello, al tratarse de una evolución pausada, hasta que no se terminen todos los estudios correspondientes, no se podrá determinar el coste económico.
Sin embargo, Moreno tiene claro que la estrategia a seguir consiste en abordar el problema por zonas, comenzando por eliminar la humedad ya que lo consideran como «el mayor peligro». Esto se debe a que al no haber salida del agua, esta «se filtra y es lo que provoca las grietas», apunta. Además, Moreno expresa que este Plan Especial les proporciona alguna solución: «Sobre todo en aspectos relacionados con la canalización o la filtración de agua para evitar que suceda y que esta discurra por los laterales de las calles».
No obstante, para poder llevar a cabo todos los cambios que quieren y potenciar el Barrio Bodegas, Moreno asegura que el Ayuntamiento no puede hacerse cargo de todos los gastos que supone, por lo que considera fundamental contar con la colaboración de ambas partes. Y destaca la importancia de actuar para evitar que «cuando se hunda una bodega, arrastre también a la contigua».
Otras perspectivas. Desde la Asociación y Organización para el Desarrollo Turístico y la Recuperación de las Bodegas de Villamediana de Iregua (ORB), el presidente Guillermo Pérez expresa que lo que quieren es que se apruebe el plan con el fin de que sirva de punto de inflexión y poder invertir realmente las ayudas en el barrio. Por este motivo, indica que como sociedad estarán encantados de «ir de la mano para cualquier mejora porque es una pena que se hundan 200 años de historia».
Sin embargo, desde Rioxa Nostra, una asociación socio-cultural que busca la defensa y la divulgación del patrimonio de La Rioja, quieren dar voz a lo que realmente perciben que es la indignación ante esta situación: «Nosotros nos quedamos preocupados con algunos testimonios. Están viviendo una situación realmente mala, por no decir pésima».
Hundimientos, alteración de las calles y socavones son algunas de las cosas que más preocupan, pero lo que realmente denuncia Roixa Nostra es que «cuando un vecino se queja porque su bodega está mal, le obligan a repararla o directamente a derribarla y en caso de no poder costearlo, el Ayuntamiento licita el derribo inminente».
Aunque ahora el Ayuntamiento de Villamediana ha dado un paso con la convocatoria para la concesión de subvenciones de 2025 para mejorar la zona, la realidad que defiende la asociación socio-cultural es que «con un total de 10.000 euros no sirve de nada, como mucho para reparar cuatro arreglos» y añade que una posible solución es reducir la cantidad de actividades que realizan para invertir en lo que realmente necesitan.
«El descontento está creciendo y la gente está asqueada porque debe ser triste ver como una parte de su patrimonio se va o se hunde porque no se ha podido cuidar bien», concluye la asociación.