La falta de apoyo asfixia a la asociación contra la anorexia

R.M.
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El futuro de Acab Rioja está en el aire al quedarse este año sin subvenciones públicas, después de casi tres décadas de historia y de tratar a a cerca de 8.000 pecientes y familiares

La falta de apoyo asfixia a la asociación contra la anorexia - Foto: Ingrid

Son cerca de tres décadas de vida atendiendo de forma altruista a unas ocho mil personas entre pacientes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y a sus familias. Sin embargo, no corren buenos tiempos para Acab que afronta el presente ejercicio sumergida en la incertidumbre que genera no disponer de las habituales ayudas del Gobierno de La Rioja. «No nos avisaron de la convocatoria», insiste Gloria Martínez, máxima responsable de una Asociación que, de alguna forma, se ha posicionado entre la falta de recursos sanitarios públicos para el tratamiento  de trastornos como la anorexia y la bulimia, y los tratamientos privados, no accesibles para todos los bolsillos.

«Hay casos que precisan de terapia semanal y el servicio público, a excepción de casos muy graves, ofrece tratamientos mensuales», señala Martínez. 

Acab Rioja cerró su sede en el año 2020, al principio de una pandemia que provocó estragos en la salud mental y empeoró las cifras y el estado de los pacientes que presentaban episodios vinculados con los trastornos alimentarios.  

La Asociación desarrolla actualmente sus terapias, tanto semanales como mensuales, en las instalaciones de Ibercaja, «a la que estamos enormemente agradecidos ya que en estos momentos, conociendo nuestra situación, ni nos cobra». 

En cualquier caso, la situación es realmente crítica y «al final de año tendremos que valorar la situación para adoptar una decisión», lamenta la máxima responsable de la organización. 

Trastornos al alza. El futuro de Acab Rioja está, por tanto, en el aire en un contexto en el que los trastornos de la conducta alimentaria crecen un 30% anual. Además, al igual que en otras regiones españolas, baja la edad media de trastornos como la anorexia si bien «en la asociación hemos detectado seis casos a esta edad entre 2022 y 2023», señala Gloria Martínez al tiempo que asegura que «no es lo habitual». 

Al menos, en las estadísticas que maneja la Asociación y que no contabilizan todos los casos diagnosticados en el ámbito de la Comunidad autónoma ya que que puedan derivarse al sistema público de Salud o directamente a consultas de carácter privado.

Hace unos años, la Asociación que gestiona desde hace ya tiempo Gloria Martínez detectó hasta cuatro casos de anorexia en niñas de nueve años que fueron derivadas a otros servicios especializados ya que «algunos de sus familiares presentaban otros tipos de problemas psiquiátricos». 

Con todo, son entre 250 y 300 pacientes y familiares los que cada año hacen uso de una Asociación con cerca de tres décadas de historia tratando y batallando por el bienestar de los jóvenes que al fin y al cabo, son los que más padecen los trastornos alimentarios.