Otro milagro en el casco antiguo de Calahorra, y ya van unos cuantos. Un hombre y una mujer tuvieron que ser rescatados a primera hora de la tarde de ayer después de que se derrumbara la escalera de su vivienda y quedaran atrapados en su interior. El inmueble, visiblemente deteriorado, se ubica en la calle Casa Santa de la ciudad riojabajeña, en pleno casco antiguo calahorrano. El hombre pudo ser rescatado mediante una escalera de mano si bien, la mujer precisó de la ayuda de una grúa y de los servicios de Bomberos para poder salir de la casa. Ambos resultaron ilesos a pesar del estado que presentaba el inmueble tras el derrumbe. Otro milagro en la zona vieja de Calahorra ante un suceso sin daños de carácter personal.
El derrumbe del inmueble no es un caso aislado en la zona vieja de Calahorra. Un suceso similar ya ocurrió en otra casa situada unos metros más arriba de la empinada Casa Santa, y otro unos metros más abajo de la citada vivienda, justo antes de adentrase en la citada calle próxima a la Catedral.
Pero en este caso «se veía venir». Con anterioridad a los actuales inquilinos, una vecina de la ciudad riojabajeña alquiló esta vivienda. Pagó religiosamente, según su propio testimonio, los seis primeros meses de alquiler a razón de 250 euros al mes. Trascurrido este tiempo, reclamó a los propietarios, vecinos también de Calahorra, el arreglo de la estructura ante su evidente deterioro. Ante la negativa de los dueños, «dejé de pagar el alquiler y llevé el tema a los juzgados», detalla Cristina.
Permaneció durante un año y medio más en el edificio que ayer quedó en ruina mientras la Justicia resolvía un caso que finalmente le condenaba a abonar las rentas adeudadas desde que cesó en los pagos. Sin embargo, la estructura permaneció en condiciones similares. Abandonó el inmueble y se trasladó a escasos metros del edificio de la calle Casa Santa, en una vivienda con un considerable mejor estado. Otra pareja, también vecinos de Calahorra, alquiló la vivienda cuya escalera se derrumbó en la tarde de ayer, al mismo tiempo, prácticamente, que empezaba a llover por buena parte de la Comunidad autónoma riojana.
Fortuna. Empleados del parque de servicios calahorrano se empleaban, una vez rescatada la pareja que quedó atrapada, en acordonar la calle para evitar males mayores ante la posibilidad de nuevos derrumbes. La fachada, desconchada y en estado de degradación, permanecía en la tarde de ayer en pie. A la parte trasera del inmueble se accede por un solar abandonado. Una puerta de metal permite el paso a lo que en su día fue otra vivienda y que ahora descansa entre una maleza que crece a merced y entre restos más propios de estercoleros. Desde esta ubicación se aprecia el derrumbe de la escalera interior de la casa que afectó de lleno al espacio dedicado a la cocina.
Vecinos de la zona comentaban tras el suceso la fortuna de que ninguno de los dos inquilinos que quedaron atrapados permaneciera en ese momento en el habitáculo destinado a la preparación de comidas. De hecho, el suelo de la cocina desapareció fruto del derrumbe.
Otro suceso de características similares en un casco antiguo que ha sufrido ya varios derrumbes y en los que afortunadamente, se repiten los milagros sin heridos de consideración. El Ayuntamiento actúa en esta zona próxima a la Catedral, pero queda patenta que no siempre la urgencia corre a igual velocidad que la necesidad.