La alarma saltó por la mañana cuando se alertó de un desprendimiento de rocas a las 9:30 horas en la carretera que da acceso al pueblo de Arnedillo. La Guardia Civil rápidamente puso un control pasado el pueblo de Santa Eulalia Bajera y se vio obligada a cortar la carretera en ambos sentidos de la circulación.
Los agentes también establecieron un paso alternativo para la propia localidad de Arnedillo, Peroblasco, Munilla y Zarzosa por la LR-123 (en Arnedo), LR-283, LR-286 y enlazar en Enciso de nuevo con la LR-115.
El alcalde de Arnedillo, Pedro Montalvo, subrayó ayer que el desprendimiento fue «brutal» y que la carretera afectada iba a estar cortada todo el día. Informó que hoy acudirán profesionales para inspeccionar el terreno porque «la ladera continúa desprendiendo rocas y existe riesgo si hay personas trabajando».
Esta zona vivió una situación parecida hace poco tiempo cuando también se cayeron algunas rocas en ese mismo punto de la carretera LR-115. El Gobierno de La Rioja trató de solucionarlo con unas vallas que sujetaran y aguantaran el peso de las piedras en caso de desprendimiento pero «una roca de 50 toneladas no la sujeta nadie», reconoce Montalvo.
Incomunicados. El alcalde de Arnedillo denunció que está situación ha provocado que su pueblo esté «totalmente incomunicado». Los vecinos tienen que subir hasta Enciso para luego bajar hasta Arnedo.
Estos le transmitieron su desagrado por tener que hacer un recorrido de 15 minutos en una hora. «Pero ante un siniestro de semejante magnitud tenemos que aguantar», señaló.
Otro tramo que se vio afectado por este suceso fue la Vía Verde que pasa por esa zona. El Gobierno también cortó el tráfico peatonal y ciclista de este camino para evitar alguna desgracia mayor.